Las casas ya no son lo que eran. Al menos una parte si conservan la esencia de toda la vida de servir de refugio de una familia, pero ahora además estas han mejorado su confort y habitabilidad gracias al uso de sistemas inteligentes basados en la tecnología. Es lo que conoce como domótica y que ha hecho que un domicilio pase a llamarse ahora casa inteligente o smart home.
Pero el empleo de la domótica no solo hace referencia a hacer todo de manera cómoda y desde el teléfono móvil sin moverse del sofá, sino que estas herramientas virtuales han mejorado la seguridad de una vivienda, además de incidir en su eficiencia y ahorro energético como dejan claro estos productos seleccionados.
Las ventajas de una casa domótica
Cuando se vive en una casa domótica, además de en confort y despreocupación, uno puede ganar otra serie de ventajas. Es el caso, por ejemplo, de mejorar en un aspecto como puede ser la seguridad (por medio de sensores inteligentes que controlan quién llama a casa o que detectan que se está produciendo un incendio) o bien de ahorro y responsabilidad medioambiental (ajustando el gasto de calefacción, de agua o de luz que se produce de manera diaria en esa vivienda).
Hay más. Con la implementación de esta tecnología se puede favorecer la comunicación de los miembros de esa familia (por medio de notas de audio, mensajes o correos electrónicos inmediatos), además de servir de utilidad si por ejemplo hay una persona enferma que necesita saber cuándo tomarse unos medicamentos, mejorar la calidad de su sueño o conocer si sigue unos hábitos de vida saludables (monitorizando, por ejemplo, su actividad física en casa).