El premio más grande de la lotería francesa se ha tenido que dividir entre dos personas que decían poseer dicho boleto. El dueño del premio aseguró haberlo perdido, por lo que solamente tenía el resguardo de compra; horas más tarde, una mujer se encontró ese boleto ganador. Dos personas con un mismo destino.

Después de 10 años, un juzgado de París ha dictado sentencia ante este conflicto: el ganador del premio tendrá que cederle parte del dinero a la mujer que recuperó el boleto. Con todo, la mujer se llevará una gran cantidad, puesto que el 7,5% del premio, es decir, 12 millones de euros, serán para ella.

Premio dividido

Esta encrucijada ha tenido en vilo al mundo del juego francés durante una década. Un enfrentamiento entre dos personas que realmente poseían el premio más grande de la historia de Europa: un bote de 163,5 millones de euros.

Pero para llegar hasta aquí han tenido que sucederse varios juicios, demandas y muchos rifirrafes por hacerse con el máximo premio. Mientras que la mujer que rescató el boleto se quedará con una buena cantidad, el dueño original que lo compró finalmente se hará con 150 millones de euros. Y así todos felices.