José Manuel y Maribel son un matrimonio de Zaragoza a los que el sueño que estaban viviendo se les ha convertido en su peor pesadilla. La pareja disponía de un terreno en la localidad de María de Huerva, el cual vendieron a un promotor a cambio de una de las nueve viviendas que iba a construir. Las obras finalizaron en 2008, y los dos acudieron de inmediato a un notario para hacer la escritura de la casa.
Pagaron más de 30.000 euros en impuestos, pero se ahorraron deudas e hipotecas. Sin embargo, lo que parecía un chollo se les ha girado en contra, dado que olvidaron hacer un trámite que normalmente realizan los bancos. Pero al no tener que solicitar financiación, recaía en sus manos. Por ese descuido, 12 años después de adquirirla, el banco les ha embargado la casa.
Un despiste que cuesta una casa
José Manuel y Maribel han perdido su casa, y todo porque se olvidaron de inscribir la finca en el registro de la propiedad. Un trámite que cuesta "200 o 300 euros", nada en comparación a los 30.000 euros que pagaron de impuestos, pero el Banco Santander les ha embargado su hogar por ese despiste: "Somos gente sencilla, dejamos los estudios pronto, pero sabemos distinguir lo justo de lo injusto. ¿Cómo pueden pensar que habiendo pagado 30.000 euros en impuestos yo no iba a abonar 200 o 300 euros al registro si lo hubiera sabido?", señaló José Manuel en una entrevista concedida al Heraldo de Aragón.
El matrimonio no tenia hipoteca ni deudas con la entidad, pero "a comienzos de febrero de 2020 recibimos una carta del catastro notificándonos la baja de titularidad de la finca. No entendíamos nada, ni siquiera sabíamos qué significaba aquello. Pero fue el comienzo de un calvario que ahora no nos deja dormir", declaró la pareja,
El promotor se calló la situación
El problema fue que el promotor con el que negociaron sí contrajo una importante deuda con el banco que lidera Ana Botín, a través de la sociedad Alvamar 2008 S.L.. Como José Manuel y Maribel olvidaron el registro, la vivienda seguía a nombre de la inmobiliaria y el verdadero deudor se lo calló para zanjar sus problemas económicos con el Santander.
"Lo peor de todo esto es que se venía fraguando desde hace tiempo, sin que nosotros supiéramos nada. Cuando hemos tratado de impedirlo mediante una demanda, el juez nos dice que ya es demasiado tarde. Puede que cometiéramos un error, pero lo hicimos por ignorancia, por desconocimiento. ¿De verdad se nos puede cobrar tan caro ese olvido?", lamentó Maribel.
Sin hogar y sin terreno: "Nos han robado"
Todos los jueces rechazan sus demandas, alegando que es demasiado tarde y que el banco tiene la razón: "No sabemos ya qué hacer, estamos desesperados. La posibilidad que nos ofrecen ahora es la de recomprar nuestra propia casa. Pero nos sentimos frustrados, humillados. Nos quieren vender lo que sentimos que nos han robado", protestó el matrimonio, impotentes ante esta situación.
"Decidieron y optaron por no inscribir su dominio, asumiendo los gravísimos riesgos que ello conlleva y que se han cumplido", sentencia uno de los magistrados que lleva el caso. Por ello, José Manuel y Maribel mandaron una carta dirigida a la presidenta del Banco Santander, Ana Botín, en un intento desesperado por frenar el embargo de su adosado: "No les debemos nada. Ni somos clientes ni somos avalistas. Pero ustedes nos arrebatan ahora nuestra casa".