No todo lo que lleve la palabra fitness tiene que ver con ejercitar el cuerpo estrictamente en un plano físico. Existe también lo que se denomina el fitness mental y que como muchos podrán imaginar guarda relación con el ejercicio, pero en este caso no es en forma de cardio sino de la mente. Una manera de entrenar el cerebro para mantenerlo activo y mejorar su capacidad funcional. Ahora sí que tiene sentido esa frase conocida de mens sano in corpore sano; solo hace falta ponerla en práctica.
Un nuevo método que combina a la perfección con el culto y el cuidado del cuerpo, pero en este caso para lograr una mejora a nivel psicológico y de bienestar de la persona que lo practica. Un programa saludable que resulta aconsejado para cualquier edad y condición física, como es lógico, y que sobre todo es muy estimulante en el caso de aquellas personas mayores. Una forma de ganar en agilidad mental pese al paso de los años.
¿En qué consiste este método?
Nada de preparación previa ni un calentamiento concienzudo, algo esencial cuando se trata de hacer algo de deporte. En el caso de esta gimnasia mental lo que se necesita es estar preparado y bien atento al trabajo que se realiza en las sesiones, normalmente de una hora de duración. Clases donde, entre otros ejercicios, lo que se hace primero es una estimulación cognitiva de la memoria, el lenguaje, el cálculo o la creatividad para, después, seguir con ejercicios de movilidad articular y mejora del equilibrio (en este caso son recomendables posturas de pilates, yoga o taichi).
Pero, en el caso del fitness mental también se trabaja algo el cuerpo en forma de algunos entrenamientos de cardio como subirse a la bicicleta estática o a la cinta de correr --no es necesario hacer una carrera--, así como otros ejercicios de fuerza con mancuernas, gomas elásticas o con un balón medicinal. Para finalizar estas sesiones que favorecen el bienestar mental, lo más recomendable es terminar con unos sencillos y suaves estiramientos para poner el mejor broche la clase de gimnasia.
Beneficios
Es fácil adivinar que el fitness mental tiene toda una serie de ventajas y aspectos positivos para todas aquellas personas que lo practican. Así, y sobre todo cuando se trata de personas mayores que siguen este método, una de las buenas noticias tiene que ver con la posibilidad de ir frenando el deterioro cognitivo que, de forma irremediable, acompaña al envejecimiento y a las enfermedades que este trae. A esto hay que sumar otra serie de beneficios que hablan de una mejora de las capacidades mentales relativas a la orientación, la memoria, la atención o el lenguaje.
Pero hay mucho más. Así, este tipo de ejercicios de la mente fomentan y ayudan a mantener la autonomía de las personas en su vida diaria, además de incidir de manera positiva en sus relaciones personales; así como en un plano físico. Tono muscular, coordinación, movilidad y equilibro son algunos de los puntos a los que les viene muy bien el fitness mental. Ya a nivel del interior del organismo, una rutina de entrenamiento mental reduce los momentos de ansiedad o estrés, al tiempo que aminora los niveles de tensión arterial, triglicéridos y de colesterol en sangre.
Cuidar la mente
Apostar por el fitness mental es una fantástica forma de mantener activa la mente, sobre todo cuando se pasa ya a una edad en la que el cerebro muestra signos de ir fallando en algunos aspectos. Pero uno puede cuidar la mente de forma muy sencilla con rutinas básicas que puede seguir de manera diaria sin apenas complicación. Así entre las claves para lograr ese bienestar psicológico está el intentar mantener una actitud positiva, también en el caso de las adversidades y problemas que traiga la vida.
Una mejora psicológica donde es bueno cuidar de todo lo relacionado con la inteligencia emocional y los sentimientos, así como mantener unas buenas rutinas en relación a las horas de sueño o alimentarse de forma saludable. También ayudará al cerebro a mantenerse en forma el apuntarse a actividades, leer, viajar, desarrollar alguna disciplina artística o simplemente pasando tiempo de calidad con amigos y familia. El secreto del éxito ya se ha desvelado, ahora solo falta ponerlo en acción. No se necesitan muchas horas a lo largo del día para ver los primeros resultados.