Todos los días, Patrick, un poni miniatura de Inglaterra coge el autobús, se va de tiendas, da un paseo por una calle concurrida, se toma algo en una cafetería y acude al Drum Inn, un pub del pueblo de Cockington.
El Drum Inn es uno de sus lugares favoritos para socializar y, mientras su dueño, Kirk Petrakis, se toma una cerveza, Patrick lo espera en la puerta a que termine recibiendo la atención de transeúntes.
Un animal de terapia
Esta rutina diaria forma parte del entrenamiento que el poni está siguiendo para convertirse en un animal de terapia. Los tratamientos asistidos por animales sirven para ayudar a las personas a recuperarse y a afrontar mejor los problemas de salud, como las enfermedades cardíacas, el cáncer y los trastornos mentales.
Con todas estas acciones, Patrick consigue insensibilizarse y familiarizarse con los sonidos ambiente para cada situación.
Personas con necesidades especiales
El entrenamiento del animal continuará durante aproximadamente un año más antes de que pueda entrar en el mundo laboral.
Hasta el momento, el poni ha acompañado a miles de personas, especialmente ancianos y niños con necesidades especiales.