La perrita Peggy se encontró a una urraca abandonada y maltrecha durante su paseo habitual. Para tratar de socorrerla, la mascota avisó a su dueña, Juliette, que la rescató y atendió para que se recuperara.
La mujer acogió al pájaro en su casa como si fuera uno más de la familia y, junto a su pareja, buscó a un especialista de vida silvestre para que les ayudara en el cuidado y la recuperación del ave.
Rápida recuperación
En cuestión de una semana, la urraca ya se había recuperado por completo y la perrita, de un año, comenzó a interesarse por ella de una manera especial, como si de su madre se tratase.
Según Juliette, Peggy suele tener miedo a las urracas, pero con esta se mostró muy preocupada. Tanto, que decidió adoptarla y cuidarla como su propio cachorro. Ahora, Peggy y el pájaro son inseparables y conviven de manera amistosa en su casa de Coomera.