Era el 20 de junio de 1991 cuando un avión de British Airways se disponía a cubrir la ruta entre Birmingham y Málaga, hasta que en pleno vuelo el parabrisas de la ventanilla se rompió y provocó una despresurización que succionó al capitán Tim Lancaster. Tras pasar varios minutos expuesto a una velocidad de 600 km/h y unas temperaturas de -17 ºC, Lancaster logró sobrevivir. Ahora su historia se ha hecho viral en Twitter.
La historia de Lancaster a bordo del vuelo BA 5390 ha sido recordada en Twitter por el periodista David Farrier, que ha acompañado el mensaje con unas imágenes de la recreación realizada por National Geographic.
Aterrizaje de emergencia
Pese a los complicados momentos a bordo del vuelo, con el capitán con medio cuerpo fuera, de forma milagrosa consiguió sobrevivir gracias a la ayuda de un tripulante y del copiloto, Alison Atchison, que practicó un aterrizaje de emergencia.
Fue una vez que el avión se situó por encima de los 5.000 metros de altura cuando estalló uno de los parabrisas y la ventanilla succionó al capitán. No obstante, uno de los tripulantes que presenció la situación logró agarrarlo por los pies.
Heridas leves
Sin hoja de ruta, que había salido volando por la ventana, el copiloto inició las maniobras para aterrizar de emergencia. Además, no pudo escuchar a los controladores por el fuerte viento, lo que suponía un riesgo de colisión con otros aviones. Finalmente aterrizó en el aeropuerto de Southampton.
Lancaster fue atendido en tierra. El piloto presentaba fracturas en un brazo y una mano, así como shock y congelación por las bajas temperaturas que había soportado. También el tripulante que lo agarró presentó signos de congelación en la cara, aunque el resto de pasajeros y tripulación no resultaron heridos.