Desde hace unos años las compañías de luz y gas ofrecen a sus clientes la posibilidad de pagar una tarifa plana, se consuma lo que se consuma. Una opción a la que muchos se han sumado sin ver que igual puede no salirles a cuenta.
La misma Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) alerta de ese sistema de tarificación que, pese a resultar muy atractivo, puede no compensar tanto como uno espera.
Letra pequeña
En primer lugar, las empresas de suministros calculan la cuota fija revisando el histórico anterior en esa vivienda. Sabiendo que con la tarifa plana el usuario suele querer incrementar su consumo tras la nueva contratación, las compañías pueden hinchar un poco más la cuota mensual para no perder dinero.
La letra pequeña del contrato, además, determina que las eléctricas y gasísticas pueden limitar la posibilidad de que el consumo se dispare. Así, algunas ofrecen una especie de bono de consumo hasta un tope y si este se supera el extra se paga con tarifas mucho más elevadas que las habituales.
Consumo extra a mayor precio
Las hay que hacen una sobreestimación y las que cobran un consumo extra a precios más desorbitados. Incluso hay algunas empresas que si ven que el consumo se excede mucho puede rescindir la tarifa plana e incluso recalcularla.
Cabe tener en cuenta, además, que hay quienes al final del año se guardan el derecho a recalcular la tarifa plana para el próximo año. Un hecho que supone una desventaja si después el usuario vuelve a un consumo más regular y proporcionado.
Advertencia
Si las empresas no establecen un recálculo final, los expertos llaman a estar alerta, porque se puede dar una sobreestimación e incluso pensar en los gastos de años venideros, para no perder beneficios. Asimismo, recuerdan que los mayores consumos se dan de noviembre a febrero y luego suele caer en picado, solo hay repuntes en verano.
Por último, la OCU señala que no hay que confundir la tarifa plana con las cuotas fijas. En ellas se fija un precio para los primeros 11 meses para, en el último mes, hacer una lectura real y cobrarse la diferencia, por lo que supone lo mismo que la tarificación mensual común. Por eso, concluyen que el mayor inconveniente, en definitiva, es el precio de las tarifas planas.