Salir de vinos es un placer. El sector vinícola tiene una gran importancia en Cataluña, tanto es así que el vino que se produce en esta región representa el 25% de toda la producción de España. Son diversos los factores que favorecen la tradición vinícola: el clima es sin duda uno de ellos, la ausencia de temperaturas extremas y la gran cantidad de horas de sol cada día favorece los cultivos; pero también la orografía, ya que los terrenos son aptos para el cuidado de la vid.
Cada año, se producen en Cataluña más de 380 millones de botellas, repartidas entre vino y cava, en una proporción que se acerca bastante al cincuenta por ciento para cada una de ellas. Pero, además de la importancia de los vinos a nivel gastronómico, también suponen un fuerte revulsivo para el turismo de la región. El conocido como enoturismo atrae a un buen número de visitantes cada año, que encuentran en tierras catalanas el mejor destino para disfrutar de esta pasión. En total, existen once denominaciones de origen en Cataluña.
D.O Penedès y D.O Conca de Barberà
En la denominación de origen Penedès destaca especialmente los vinos blancos, con una base afrutada y un aroma llamativo. También se pueden degustar cavas y tintos con un sabor en boca aterciopelado. Es una denominación de origen procedente de las provincias de Barcelona y Tarragona.
Buena fama en cuanto a blancos tienen también aquellos procedentes de la denominación de origen Conca de Barberà. Se trata principalmente de blancos con un cuerpo ligero y una graduación suave. Merece la pena probar los obtenidos a partir de la uva Parellada. Proceden de Tarragona.
D.O Costers del Segre y D.O Empordà-Costa Brava
En estas dos zonas destacan los vinos por su diversidad y su frescura. En la denominación de origen Empordà-Costa Brava son especialmente relevante los vinos rosados ligeros y los tintos jóvenes. Su pretensión no es más que hacer disfrutar del paladar de un vino fresco y afrutado. Son vinos de la provincia de Girona.
Por su parte, los vinos de la denominación de origen Costers del Segre, de la provincia de Lleida, son muy diversos entre sí. Los más populares son los obtenidos a partir de la uva Macabeo y Parellada, que dan lugar a blancos ligeros y afrutados. También destacan los Chardonnay, también con una gran variedad, ya que pueden disfrutarse tanto vinos jóvenes como aquellos fermentados en barrica de roble.
Un vino tinto y un vino blanco / Thomas B. EN PIXABAY
D.O Tarragona y D.O Alella
Siguiendo con la importancia del vino blanco en Cataluña, la denominación de origen Tarragona (con un vino procedente de esta provincia) deja un abanico de vinos principalmente suaves, afrutados y aromáticos.
Por su parte, la de Alella procede de la provincia de Barcelona y destacan especialmente sus vinos blancos (elaborados principalmente con pansa blanca), pero también los tintos.
D.O Priorat, D.O Terra Alta y D.O Montserrat
Aquellos que busquen bebidas con una alta graduación alcohólica, podrán encontrar los mejores ejemplares en los del Priorat y de la Terra Alta, ambos en la provincia de Tarragona. Son firmes, oscuros y densos con una acidez equilibrada y con una gran fama mundial, especialmente los de la Priorat.
En este grupo también se podrían incluir los de la Montserrat, que son bastante parecidos a los de la denominación de origen Priorat pero con unos precios más asequibles. Son oscuros y con una elevada concentración de alcohol, por lo que están hechos para los paladares más experimentados.
D.O Pla de Bages y D.O Cataluña
Por último, completan la lista de las once denominaciones de origen vinícolas catalanas los vinos de la Pla de Bages y de la de Cataluña. En el primer caso, están elaborados en la provincia de Barcelona y se emplean principalmente uva Picapoll y Macabeo. Los blancos de esta denominación de origen son ligeros, mientras que los tintos toman un matiz afrutado muy característico.
Como curiosidad, la de Cataluña abarca más de 300 municipios catalanes y su razón de ser se fundamenta en la necesidad de dar salida a producciones autóctonas pequeñas, englobadas bajo una única denominación de origen. Esto favorece la presencia de muchas variedades.