En esta época de confinamiento en la que la mayoría de personas gozan de más tiempo libre, los pasatiempos tradicionales se quedan un poco cortos cuando los días en casa comienzan a acumularse. A pesar de que la cuarentena, tantas horas en casa están despertando el ingenio en lo que a ocio se refiere. En este sentido, existen muchas opciones además de los típicos medios de entretenimiento.
En la Antigua Grecia servían para ejercitar la mente, en Asia diseñaron sus propias versiones, pero fue a principios del siglo XX cuando realmente se impusieron como un método para divertir a la población. Desde sus orígenes rudimentarios en madera hasta la actualidad, se han creado tanto puzzles como rompecabezas con diferentes formas y materiales. De hecho, incluso existen tiendas especializadas en este tipo de pasatiempos.
Rompecabezas metálicos
Este juego consiste en separar dos o más piezas de metal que están aparentemente unidas. Siguiendo el refrán “más vale maña que fuerza”, la única forma de conseguir resolver el enigma es calculando el movimiento perfecto. Este pasatiempo tiene su origen en Asia Oriental y recibe el nombre de hanayama, aunque se han encontrado rompecabezas similares en la Antigua Grecia.
Sus piezas fabricadas en zinc proponen hasta seis niveles, mediante los cuales es posible comenzar a familiarizarse con la forma correcta de resolverlos e ir aumentando la dificultad. Además, tienen un valor añadido y es que, tras conseguir separar las piezas, hay que volver a unirlas. Este paso puede ser incluso más difícil que el anterior. El hanayama fomenta la concentración y la planificación de movimientos, por lo que puede ser positivo para cualquier edad.
Puzzles 3D
Los rompecabezas en 3D se alejan por completo de los puzzles tradicionales, principalmente por sus dimensiones. En este caso, la mecánica continúa siendo la misma: colocar las piezas hasta que todas encajen. Sin embargo, hacerlo sobre una superficie plana ya no forma parte del juego, el objetivo es hacerlo hacia arriba. La primera compañía que probó suerte con esta versión fue la canadiense Wrebbit, pero, al igual que sucede con casi todos los juegos de mesa, Hasbro finalmente la absorbió.
Otra de las funciones que ofrecen este tipo de puzzles es que tienen varias versiones para ordenador. Estas quizás pierden la magia de compartir este reto con otras personas, pero es una buena alternativa para los amantes de este entretenimiento que quieren ponerse a prueba constantemente. Otra versión que también presenta un mayor nivel de dificultad es aquella diseñada únicamente con dos tintas, es decir, solo cuenta con dos colores, que suelen ser el blanco y el negro.
Rompecabezas de varias piezas
A diferencia de los que están hechos a base de metal, estos rompecabezas están compuestos por numerosas piezas de madera que permiten muy pocos movimientos entre ellas. A través de estos cambios casi imperceptibles hay que conseguir una combinación que permita desentrañar el enigma. Existen dos modos: aquellos en los que hay que separar cada una de las piezas y los que consisten en una especie de caja que guarda algo en su interior.
Los rompezabezas de madera estarían catalogados como un puzzle 3D, sobre todo a la hora de montarlos. Estos suelen lucir formas florales o de animales geométricos para que, en el caso de que sea imposible separar sus piezas, al menos la forma resulte llamativa. Como curiosidad, los hay en un formato que se puede llevar como llavero, para disfrutar de este entretenimiento en cualquier momento y lugar.
Cubos de Rubbik 3.0
Este enigma en forma de cubo es uno de los más populares en todo el mundo. De hecho, se organizan multitud de campeonatos para ver quién lo resuelve más rápido e incluso competiciones para conseguirlo utilizando solo los pies. Es por ello que, algo que resulta casi imposible para muchas personas, se ha quedado “corto” para aquellas que ya han superado este reto. Por eso, usando diferentes formas geométricas, hay disponibles todo tipo de variedades.
El modelo tradicional es de 3x3 casillas, pero este número ha ido aumentado hasta llegar a 17x17. Por otro lado están los cuboides, que no tienen porqué respetar unas medidas similares en cada lado, sino que pueden ser de 4x4x3, rompiendo su forma original. Otra de las variedades son los cubos Morphix, que cambian por completo la forma y se transforman en tetraedros. Aquí hay varios niveles de dificultad: Pyramorphix, Mastermorphix, Mega morphix y Gigamorphix.