Uno de los objetos que más se utilizan estos días en las casas de toda España es el termómetro. El temor a coger fiebre, uno de los síntomas del coronavirus, está al día en todos los hogares. Más allá de la fiebre, también está la tos seca, la dificultad para respirar y el cansancio general.
Pero el estar en confinamiento, en algunos casos, supone sufrir este tipo de estados --o similares-- que generan muchas dudas a quienes los padecen. Es normal que nos preocupemos y usemos este medidor de temperatura corporal cada poco tiempo, y seguro que han surgido dudas sobre cuál es la temperatura adecuada para empezar a preocuparse.
¿Cuándo empieza a considerarse fiebre?
Como en todo lo relacionado con estos temas, hay que empezar con la frase "depende de la persona y de la situación en la que se encuentre".
Con el paso de los años, las mejoras sanitarias, la esperanza de vida, etc. la temperatura corporal humana ha ido disminuyendo los grados, además de que varía a lo largo del día. Eso sí, hay un margen dentro de la normalidad.
Entre 36,5 y 37,5 grados
Los médicos opinan que estar entre los 36,5 y los 37,5 grados es el estado correcto. Si estamos alguna décima por encima, y notamos malestar, tendremos febrícula --fiebre a secas--.
Esta temperatura puede llegar a los 38 grados o un poco más, pero si la supera y alcanza los 39 o 40 grados ya se consideraría hipertermia. Este estado corporal es muy peligroso, ya que puede causar un estrés celular y un infarto cardíaco.
Saber valorar nuestro cuerpo
Eso no significa que, al estar en menos de 37,5 grados, no tengas síntomas febriles. Como ya se ha dicho, depende de cada persona. Hay gente que con un par de décimas ya siente malestar, de ahí la importancia de saber valorar cómo se encuentra cada uno. El termómetro funciona como indicador, más para descartar que para acertar, pero los médicos no lo considerarán como tal si no los sobrepasa.
Igual que si se está por debajo de los 36,5 grados. Eso no significa que te estés muriendo o sufras de hipotermia. Es una temperatura estándar, una media global. Mucha gente está a 35 grados y poco más en algunos momentos del día. Eso sí, estar por debajo de ésta no es nada normal.
¿La mejor manera de tomarse la temperatura?
El lugar más apropiado es aquél en el que no influye el factor exterior: el recto. Aunque por cuestiones culturales y escrupulosas la más común es la del termómetro bajo la axila, pero no es del todo precisa. Influyen factores ambientales, además del propio dispositivo. Por eso, los expertos recomiendan tomarla vía rectal.
En bebés se ha popularizado, en los últimos años, el chupete termómetro gracias a los avances tecnológicos. Otro de los instrumentos punteros que hemos visto estos días son las pistolas láser, que la miden al momento apuntando en la frente. Perfectas para evitar cualquier tipo de contacto.