Una de las primeras medidas adoptadas por el Gobierno en la crisis del COVID-19 fue la de suspender las clases de todos los niveles educativos del país. Esta situación significaba un verdadero dilema para varias familias. Y es que muchos padres y madres no tenían con quien dejar a sus hijos a la hora de marcharse al trabajo. Dada la situación, uno de los empleos que más se ofertó durante los días fue el de canguro o cuidador.
Un gran número de personas decidieron optar por el trabajo de cuidar a los hijos de aquellos que tenían que atender sus labores profesionales. Tal es la cantidad de familias que se encontraban en esta tesitura que la oferta de este tipo de empleo creció de manera desmesurada. Hasta más de un 400% ascendió la oferta de canguros durante los días posteriores a la medida presentada por el Gobierno.
Madrid, centro neurálgico de canguros
La primera Comunidad Autónoma en acordar la no asistencia a los centros educativos fue Madrid. La presidenta Isabel Díaz Ayuso se veía en la necesidad de tomar esta decisión para así intentar frenar la expansión del coronavirus. Que Madrid constituyese el primer punto del mapa en esta medida también se notó en el cuidado de los más pequeños. La capital española representó el principal foco de ofertas de trabajo.
Las ofertas de canguros se dispararon por completo en la Comunidad Autónoma. Más del 50% de los anuncios publicados antes de la suspensión de clases tenían como localización el centro de la península ibérica. La publicidad, de este tipo de personas que buscaban cuidar a los hijos de trabajadores, se disparó por completo ya que la palabra canguro se situó como una de las más buscadas el día después de que se comunicara la medida.
Una importante labor en tiempos difíciles
Este tipo de trabajo suele estar muy presente en aquellas familias que debido a su apretada jornada laboral no disponen del tiempo que desearían para estar con sus hijos. Esta incremento brutal de la oferta se produjo días antes de que España entrase en el conocido estado de alarma. La propagación de la pandemia COVID-19 llevó a muchos de estos padres a quedarse de cuarentena en casa.
Al igual que en muchos trabajos se ha decidido que los empleados se queden reposando en el hogar también hay muchos otros en los que no ha quedado opción. Uno de los que más trabajo posee durante estos días es el sector de la limpieza que dedica la jornada laboral a tratar de desinfectar todos aquellos espacios públicos por donde se puede propagar el nuevo coronavirus.
Los sectores que más necesitan
El transporte público representa uno de los puntos clave en cuanto a emisión. Muchas de las personas que aún si tienen que acudir a su puesto de trabajo dependen de él para desplazarse. Es por ello que las empresas de limpieza dedican sus esfuerzos a tratar de desinfectar los vagones del metro, de los trenes de cercanías y hasta los autobuses que se mueven alrededor de los grandes núcleos urbanos.
Al igual que hay un exceso de oferta en el ámbito de los canguros también hay una cantidad importante de demanda en otros sectores. Este es el caso de la sanidad donde muchos hospitales se están viendo desbordados por la falta de personal. Los puestos que más se están reclamando en estos momentos son el de enfermero y teleoperador. Este último para atender a los teléfonos que se han facilitado en el caso de que se tengan síntomas del virus.
Unos tanto y otros tan poco
La crisis del coronavirus está dejando dos caras bien distintas de la situación que se vive en la actualidad. Una de ellas es la de las personas que tienen que seguir trabajando desde casa por cuarentena y otra la de aquellas que si tienen que seguir acudiendo a su puesto para facilitar el bien común. Ambos colectivos aportan su granito de arena en esta lucha.
También deja dos situaciones bien distintas en cuanto empleo. Las de ofertas desmesuradas como la de los canguros tras la renuncia de acudir a clase y la de demanda considerable por parte de sectores como la limpieza o sanidad.