Barcelona es ese núcleo urbano que tantas historias guarda de cientos de generaciones. Desde la llegada de los romanos hasta el día de hoy, la capital catalana ha atravesado diferentes periodos que han marcado el devenir de la ciudad. Una de las etapas más características se constituye con la Edad Media. Durante dicha época se produjo la Reconquista, hito histórico que se desarrolló a lo largo de la península ibérica y supuso el final de Al-Andalus.
Los árabes intentaron hacerse con Cataluña, pero no lograron pasar más allá del Duero. La no presencia de estos propició el desarrollo de corrientes como el románico catalán, presente en pueblos como San Clemente de Tahull y otras localidades del Val d’Arán. En la Edad Media aún no existían algunos de los barrios más conocidos de las ciudades en la actualidad. Un ejemplo es el barrio de Sant Antoni, cuya historia es más que interesante.
Siempre recordarán su nombre
Allí se ubicaba, durante el Medievo, la puerta de Sant Antoni. Este monumento simbolizaba la vía principal por la que se accedía a la Ciudad Condal, que por aquel entonces se encontraba amurallada. No fue hasta el siglo XIX cuando se comenzó a levantar el distrito que se conoce en la actualidad. En esa misma etapa se estaba elaborando el plan Cerdá, referente al ensanche de la ciudad de Barcelona.
Gracias a estos trámites el barrio logró ubicarse dentro de lo que se conoce como el distrito del ensanche. Desde su creación se celebran unas fiestas, que tienen lugar en enero, en honor al patrón San Antonio Abad, una de las figuras religiosas más arraigadas a la sociedad catalana. Esta fiesta, que da comienzo el 17 de enero, se corresponde con la primera celebración de todas las que se llevan a cabo en Barcelona a lo largo de los 365 días del año.
Únicamente visto en esta zona
Uno de los principales motivos para asistir reside en un elemento diferencial. A pesar de que estas fiestas contienen los motivos claves de toda celebración catalana, hay una serie de matices que la modifican y la convierten en exclusiva dentro del territorio barcelonés. La celebración de la rifa del cerdito representa una de las prácticas exclusivas. Su tradición fue recuperada hace años atrás.
Según cuenta la leyenda, San Antonio Abad siempre iba acompañado de un cerdo. El animal le seguía como muestra de agradecimiento al haberle curado anteriormente. También se dice que este conocido santo era un gran amigo de los animales. Durante la celebración no solo desfilan cerdos gigantes, también lo hacen los arrieros, personas encargadas de llevar mercancía a través de los animales. El desfile de Els Tres Tombs representa otra de las tradiciones ligadas a la figura del santo.
No es lo mismo en estos días
Otra de las razones para acudir al barrio de San Antoni en estos días es el ambiente. Aunque la zona se pueda transitar cualquier día, si se vive en Barcelona, estas fechas señaladas la convierten en un punto neurálgico de la celebración a pocos días de haber finalizado la navidad. El barrio toma una nueva perspectiva gracias a la realización de la despertada o el correfoc con motivo de último día de fiesta mayor.
Esta celebración, con motivo de la clausura, corre a cargo de los diables. Es importante destacar también la aparición de una figura esencial de este evento, la Porca. Este animal, similar al dragón acompañaba a San Antonio Abad según cuenta la leyenda. Ese día de fiesta mayor comienza con la llegada de los grallers y trabucaires, encargados de realizar la despertada, con la cual los vecinos del barrio comienzan a levantarse.
¡Todos a participar!
La última de todas la conforman la cantidad de actividades que rodean a esta tradicional fiesta. Una de las más comunes es el concurso de fotografía que se realiza durante la duración de la celebración de San Antonio.
Varias organizaciones suman sus fuerzas para realizar esta actividad que dota a los premiados de una interesante cantidad económica. Los galardones han llegado alcanzar la cantidad de 300 euros para reconocer la mejor instantánea realizada durante el desarrollo de dichas fiestas patronales. Las redes sociales tuvieron un fuerte papel para poder desarrollar este certamen.