Ya se acabó 2019 y empieza un año nuevo donde hay que recargar las pilas y volver a coger el tono que se tenía antes de las vacaciones. Y es que la Navidad, sin duda, es una fecha cargada de felicidad por los reencuentros y los regalos pero también son tiempos de excesos que no favorecen en nada al cuerpo humano. El roscón de reyes, las comilonas donde se reúne toda la familia o los cotillones que duran hasta altas horas de la madrugada.
Un festín que hace que al cuerpo le cueste retomar la normalidad presente antes de la pascua. Establecer un planning de ejercicio, ya sea al aire libre o en el gimnasio, puede servir de gran ayuda para reducir esas calorías que se quieren desechar. Aunque lo que cobra especial importancia es volver a la dieta sana, a esos alimentos que reporten un beneficio al cuerpo y no traten de ir destruyéndolo poco a poco.
Un tema serio
Las cardiopatías o la diabetes representan algunos tipos de enfermedades que pueden estar causadas por el consumo excesivo de sal o azúcar. Es decir, si se ingieren una gran cantidad de dulces hay una mayor probabilidad de padecer diabetes, aunque no en todos los casos ocurre. La Organización Mundial de la Salud (OMS) y los Estados Miembro que la conforman ya se han puesto manos a la obra para regular este consumo.
Una de las primeras ideas para volver al camino de lo sano en este nuevo año es reducir el consumo de sal. Gran parte de las comidas que se sirven en el día a día contienen altas cantidades de este producto que puede resultar fatal para la tensión. La OMS ya ha anunciado que se trabajará para reducir el consumo de sal en hasta un 30% para el año 2025. La cantidad ideal debe encontrarse por debajo de los 5 gramos diarios.
Tratar de eliminar
Otra de las medidas para adoptar hábitos saludables es eliminar gran parte de grasas saturadas y grasas trans. Estas últimas se forman en un ámbito industrial cuando el aceite líquido pasa a convertirse en grasas sólidas. Estas son las protagonistas del aumento del colesterol LDL, también conocido como colesterol malo. Más de un gramo diario en el organismo puede tener consecuencias fatales.
La ingesta de este tipo de grasa produce un endurecimiento de la arteria carótida, principal vía de comunicación entre el cerebro y el corazón. La bollería industrial y los fritos constituyen algunos de los alimentos que contienen dicha propiedad. En el caso de las grasas saturadas, su consumo no debe estar por encima del 10% en el cómputo global de calorías consumidas. También pueden ser nocivas si se excede de ellas, por lo que es importante no abusar de los productos que las contengan.
No olvidarse del chándal
Llevar una vida sedentaria debe ser uno de los propósitos a eliminar en este arranque en el 2020. La falta de actividad física unido a una dieta insalubre puede trastornar el metabolismo y hacer que empeórela salud. Es importante llevar estas dos prácticas a raja tabla para mantener una salud ideal. El hacer ejercicio no sólo implica un deseo de eliminar grasas sino también un motivo por el que pasar el tiempo de ocio.
En los gimnasios existen las máquinas de cardio, idóneas para eliminar esos excesos navideños que provocan que el cuerpo esté algo menos reconocible. Cintas para correr, elípticas y bicicletas son algunos de los instrumentos indispensables para realizar este tipo de actividad física.
Alimentos saludables
Para cada persona, es importante saber qué necesita comer para mantener una buena línea. Otra idea para comer sano en el 2020 puede ser la de elaborar una dieta adecuada para tener una vida saludable. En este aspecto hay que diferenciar dos grandes grupos, los niños y los adultos. La ingesta de alimentos y su cantidad dependerá del grado de edad de la persona.
En la dieta sana de un adulto no pueden faltar las frutas y las legumbres. En el caso de las primeras lo ideal sería consumir al menos cinco piezas al día. En el caso de los más pequeños, es vital controlar la alimentación desde la lactancia para así evitar la aparición de enfermedades y trastornos asociados a la alimentación.