La Navidad es una época del año para estar con los seres queridos y disfrutar de la compañía de la familia en fiestas como Nochebuena. Sin embargo, otras muchas familias optan por aprovechar las vacaciones para realizar algunos viajes que no podrían hacer durante otra época del año.
Por eso, recopilamos una serie de escapadas para que todo el mundo pueda irse de vacaciones a los lugares más interesantes en Cataluña. Pueblos para hacer rutas por la montaña, para disfrutar de la nieve o para recluirse en el spa.
Para los amantes de la naturaleza
La primera propuesta es la de visitar Bagà, un tranquilo y acogedor pueblo situado en la comarca del Berguedá, cerca del segundo parque natural más grande de Cataluña. Así que una de las mejores actividades que se puede realizar es la de disfrutar de la naturaleza en sus inmediaciones.
El municipio cuenta además con un gran encanto turístico, ya que posee un núcleo medieval muy bien conservado. Por otro lado, cuenta con el Museo Càtar y la Vía de Nicolau. El primero guarda la historia de un pueblo que ha sobrevivido casi intacto durante cientos de años. La segunda, propone un paseo por las alturas con un puente colgante sobre el valle.
Para disfrutar de la nieve
Pero si el plan de la escapada navideña pasa por disfrutar de la nieve, el mejor lugar para ir es el Val D’Arán. Esta valle está ubicado en el extremo occidental de los Pirineos Catalanes y se encuentra muy cerca de una de las estaciones de esquí más importantes de nuestro país: Baqueira Beret. En los pueblos cercanos, como Vielha, existe una gran cantidad de hoteles a pocos kilómetros de la estación.
Y es que esta temporada la estación está con una gran cantidad de nieve. Prueba de ello son las 50.000 personas que han disfrutado de la estación en el pasado puente de diciembre, según datos de la propia estación. En definitiva, un lugar perfecto para esquiar o practicar snowboarding con la tabla.
Aguas termales
Otra de las mejores opciones para disfrutar de una escapada son las aguas termales de los balnearios y spa. Uno de los más conocidos por su gran calidad es el Balneario de Vichy Catalán, situado en la localidad de Caldes de Malavella, en Girona. Este lugar no solo tiene las características habituales de este tipo de recintos, sino que además está ubicado en un complejo mudéjar del siglo XIX.
Pero, sin duda, lo mejor de este balneario es que sus aguas termales son naturales, es decir, provienen de un manantial subterráneo del que emergen a más de 60 grados de temperatura. Por otro lado, el jardín que rodea el complejo permite disfrutar a los asistentes de 20.000 metros cuadrados para relajarse.
Un castillo de cuento
Otra de las opciones más atractivas para realizar una escapada en esta época del año es la localidad de Rupit. Este pequeño pueblo alberga en su interior un castillo medieval con un campanario muy bien conservado. La torre emerge de entre los árboles que en esta época del año están empezando a cambiar las hojas que el otoño pintó con colores rojizos y amarillos.
Pasear por sus calles es como viajar al pasado, entre estrechas vías empedradas que serpentean alrededor de la villa. Muy conocido es también el puente sobre el río, que desemboca en una idílica cascada de más de 70 metros de altitud. Un lugar para sacar las mejores instantáneas de toda la Navidad.
Escapada cultural
Por último, terminamos con una escapada de lo más cultural. Una visita a Calaf, definido por su propio ayuntamiento como “la villa del mercado”. Este lugar contiene algunos monumentos históricos que merece la pena visitar por su interés cultural, como la Iglesia de Sant Jaume, el portentoso campanario o el Castell de Calaf, con vistas panorámicas.
El pueblo suele organizar rutas para visitar los terrenos colindantes y, gracias a su tradición de ciudad de mercaderes, siempre está a la última en cuanto a mercadillos de frutas y hortalizas. ¿Su última ocurrencia? Un concurso de calabazas gigantes. Este divertido certamen está considerado como una de las ferias de otoño/invierno de referencia en la Cataluña Central y este año el ganador llevó un ejemplar de 620 kilos.