Los juegos de mesa ya se han convertido en todo un clásico dentro de las reuniones tanto de familiares como de amigos. Los hay desde los más simples, como los que se realizan con una baraja de cartas, hasta los más complejos que requieren de tecnologías audiovisuales para poder desarrollarse. Dentro de la dilatada gama se puede escoger entre cientos de temáticas diferentes.
La estrategia es una de las más escogidas. Juegos como Catan o Risk tienen como principal trama el conquistar o colonizar territorios para así cosechar el poder necesario y oponerse a resto de adversarios. Otra de las alternativas son los juegos de banca, cuyo principal referente es el Monopoly. El clásico de finanzas cuenta bastantes ediciones, a las que ahora se les suma una más con la salida de Monopoly Voice Banking.
El 'Siri' de Monopoly
Cartas sorpresa, billetes y un tablero con las calles más reconocidas del país, constituían los ingredientes principales de uno de los juegos de mesa más vendidos de la historia. Con el paso del tiempo se ha ido actualizando, ofreciendo versiones innovadoras como Monopoly City donde el usuario podía levantarse sus propios rascacielos o Monopoly Electronic Banking donde por primera vez los billetes eran sustituidos por un datáfono.
Ahora con la llegada de Monopoly Voice Banking el juego de finanzas ha dado un paso más allá. Los jugadores de la partida deberán interactuar, a través de comandos de voz, con un aparato que representa la forma de la clásica chistera de Mr. Monopoly. Este aparato será la unidad bancaria, encargada de realizar todas las transacciones desarrolladas a lo largo de la partida.
Nuevas actualizaciones
En el momento en que los jugadores sincronicen sus fichas de partida, a través del control de voz, ya podrán comenzar a comprar, subastar o realizar cualquiera de las opciones permitidas en el juego.
Con esta nueva edición se incluye el modo pausa, con la que los participantes podrán detener la partida para reanudarla más tarde. La carta de la cárcel es la única física dentro de esta edición. El resto de las cartas de suerte serán barajadas por el propio aparato.