Llevaban un tiempo sin hacer demasiado ruido pero, ahora, han vuelto, y con más fuerza que nunca. A raíz de una brutal pelea que tuvo lugar hace escasos días en el distrito madrileño del Puente de Vallecas, en donde se incautó una escopeta de cañones recortados, las bandas latinas vuelven a estar a la orden del día en Madrid.
Unas bandas que han establecido su centro de operaciones en los principales distritos de la ciudad, desde donde organizan acciones de lo más radicales. Una delicada situación que los cuerpos de seguridad están intentando erradicar, puesto que todos los miembros que forman dichos grupos están armados hasta los dientes y actúan con más fuerza y violencia que nunca.
Se reactivan las bandas latinas
Hasta 300 personas, que forman parte de estas bandas latinas, son las que Policía Nacional tiene identificadas. Unas bandas que se instalaron en Madrid en el año 2007, aunque no fue hasta el 2015 cuando hubo un despunte al alza en el número de acciones violentas cometidas por dichas organizaciones. Una tendencia que ha seguido creciendo ya que, en el año 2018, se mostraron más fuertes y activas que nunca.
Por ese motivo, desde el Centro de Ayuda Cristiano de Madrid, se ha puesto en marcha una campaña para ayudar a los jóvenes a salir de dichas bandas de delincuencia, puesto que, según un informe realizado por el mismo centro, a día de hoy habría más de 1.200 jóvenes adscritos a estas organizaciones latinas. Unas bandas, por cierto, que se dedican a mandar a los integrantes más jóvenes al exterior, para que cometan los actos radicales porque que no están reconocidos por la policía y, de esta forma, según explica la Fiscalía de la Comunidad de Madrid, pueden demostrar su "valía" y "talento" ante los otros integrantes del grupo. "Estamos viviendo un auge porque los jóvenes siguen estando desatendidos en casa, en su hogar. Tienen padres, pero no tienen una familia. Y las bandas se presentan como una familia", afirma Alberto Díaz, pastor del Centro de Ayuda Cristiano.
¿Cómo se financian?
Según desliza la Fiscalía de la Comunidad de Madrid estas bandas latinas se financian a través de las cuotas que pagan los miembros que las integran, del valor monetario de todo aquello que roban, siempre con la violencia como principal ingrediente, y de vender droga. Eso sí, a pequeña escala. Unas bandas que, según el organismo madrileño, son "grupos organizados y muy jerarquizados", que funcionan a partir de una serie de reglas y leyes internas que todos sus integrantes, quienes tienen entre veinte y treinta años, conocen con los sobrenombre de 'Constitución' o 'Literatura'.
Y es que todo el conjunto de normas que imperan en dichos grupos organizados deben seguirse al pie de la letra. Unas leyes, por cierto, que son claves a la hora de entender la manera que tienen de funcionar. Solamente durante el año 2018 ejecutaron hasta 33 acciones criminales, que se saldaron con un total de 65 miembros detenidos, unas cifras significativamente superiores en comparación al año 2017. Y es que en la actualidad, las bandas latinas se han vuelto a apoderar de varios de los distritos más concurridos de Madrid como Usera, Tetuán, Carabanchel, Villaverde y Puente de Vallecas.