Hispania formó parte del conjunto de provincias que configuraban el poderoso Imperio Romano. De hecho, Cataluña fue una de las principales puertas de entrada a la península por parte de los latinos. Ciudades como Tarraco o Emporion constituían importantes núcleos donde se desarrollaba la vida de la sociedad romana. A día de hoy siguen apareciendo restos de villas ocultas bajo el actual suelo de las metrópolis catalanas.
Este es el caso de Baetulo (actual Badalona) ciudad perteneciente al antiguo imperio en la cual han trabajado prestigiosos arqueólogos e historiadores. No hace aún tres meses desde que se descubrió un yacimiento arqueológico, correspondiente a la edad antigua, en un solar donde anteriormente se ubicaba la fábrica textil de La Estrella.
Un espacio de vino
Este espacio ha sido descubierto cuando se realizaban los preparativos para llevar a cabo la construcción de 369 viviendas. Ya en el 2012 se había hecho una excavación previa que indicaba que dicho espacio podía contener un yacimiento procedente de la antigua Baétulo. Clara Forn, arqueóloga del museo de Badalona, explicó que los restos encontrados podían pertenecer a una masía romana.
Las diferentes estancias del complejo podrían haberse destinado al almacenamiento de grano así como a la elaboración y conservación del vino. El yacimiento cuenta con algunos depósitos donde también se ha encontrado una serie de vasijas y recipientes. A escasos metros se ha descubierto una villa donde podrían haber residido las personas que trabajaban en la masía.
La presencia de Marcus Porcius
En una de las piedras encontradas durante el descubrimiento se puede visualizar un grabado con el nombre Porcius. La aparición de esta denominación se relacionó con un conocido comerciante de Baetulo, Marcus Porcius. El director de la intervención de este yacimiento arqueológico mencionó que el conocido comerciante solía firmar las ánforas con su nombre.
Algunos recipientes aparecidos en Londres o en Roma llevaban inscrito el nombre de esta figura romana. Marcus Porcius llevó a cabo su labor durante el final del siglo I a.C y principios del siglo I d.C. Se estima que tras este descubrimiento las obras de las viviendas no se inicien hasta el año 2021.