¿Quién no se ha quedado enganchado a un vídeo de cómo aprender a cocinar un plato o mientras un cocinero oriental practica el arte de los fogones de forma muy original? Estos breves audiovisuales se han convertido en una auténtica revolución en redes sociales, sobre todo en Facebook y en Insagram.
La explicación de por qué nos gustan tanto tiene distintos factores. El profesor de los Estudios de Ciencias de la Comunicación y la Información de la UOC, Antoni Reig, "intuye" que un factor de éxito tiene que ver con "recuperar la comida sana que se mezcla con lo tradicional".
Cocina saludable
De esta ola de alimentación healthy han salido muy beneficiados los platos orientales: "La cocina oriental tiene fama de prepararse con ingredientes más saludables". Además, estos vídeos tienen la especificidad que combinan "tradición y modernidad".
"Existe esta tendencia cultural a hacer platos tradicionales con este punto de sorpresa. No sabes bien por donde va al principio, pero el vídeo tiene algo estético", explica. Pone como ejemplo la grabación de una Oreo rebozada, que define como "chocante" y "dirigido a niños".
Formato vigente
El formato y narrativa audiovisual que se utiliza para este tipo de piezas es trascendental: "Tipo de vídeo cuadrado, picado y con un proceso de montaje rápido que te permite saber como se cocina un plato en 58 segundos". Muchos de estas grabaciones ni siquiera tienen audio, solo música, con lo que se puede ver en el móvil sin necesidad de escucharlo o usar unos auriculares.
Este formato viene para quedarse, aunque según Reig podría ser que elementos técnicos de estos vídeos cambiasen: "Si hay mucha oferta de lo mismo, podría ser que se cambiasen aspectos como el contrapicado o el formato cuadrado". Preguntado sobre por qué no funcionaría en WhatsApp: "Es otro ecosistema. Si me lo envías probablemente ni me lo miraré".