Tras comenzar las obras en el patio de su casa, José y María, una pareja residente en el municipio sevillano de Carmona, encontraron algo totalmente inesperado bajo sus pies: una cámara funeraria romana que había permanecido intacta durante 2.000 años.
El mausoleo, en perfecto estado de conservación, consta de ocho nichos, de los que seis están ocupados y datan entre finales del siglo I a.C y principios del I d.C. El hallazgo correspondería a un enterramiento familiar situado al oeste de la ciudad romana, en el entorno de la Vía Augusta.
Bien conservado
Así, los propietarios de la vivienda no han sido los únicos en sorprenderse del tesoro que tenían bajo sus pies. El arqueólogo municipal de Carmona, Juan Manuel Román, ha asegurado que se presenta una “importancia sobresaliente”. “Hace más de 35 años que no encontrábamos una tumba en este magnífico estado de conservación, sin sufrir ningún tipo de expolio a lo largo de los siglos, lo que nos permitirá seguir profundizando en el conocimiento de la cultura funeraria en época romana”.
En la superficie de tres de las urnas aparecen unas serigrafías que podrían corresponder con el nombre de los difuntos que fueron depositados en ellas. En el interior de las mismas se hallan huesos cremados acompañados de distintos elementos de ajuar como ungüentarios.
Ofrendas funerarias
También se han localizado recipientes como vasijas, platos y vasos de vidrio y cerámica que se usaban para colocar ofrendas funerarias. Asimismo, la cámara cuenta con un revestimiento bien conservado tanto en la bóveda como en las paredes, según ha comunicado el ayuntamiento de la localidad.
En lo que respecta a José y María, lejos de considerar el hallazgo como un contratiempo para las obras de su vivienda, aseguran haberlo vivido con “emoción”.