La Agencia Espacial Europea (ESA) no está sola en el estudio de la Vía Láctea. El Instituto de Ciencias del Cosmos de la Universidad de Barcelona y el Instituto Leibniz de Astrofísica de Potsdam en Alemania la acompañan.
Por iniciativa de la ESA, el 19 de diciembre del año 2013 arrancaba la misión Gaia cuyo objetivo era crear el mapa tridimensional de la Vía Láctea para conocer la composición, la formación y evolución de la galaxia.
Seis años de misión
Seis años después de que comenzara la expedición ya existe un catálogo de imágenes con la primera medida directa del grupo de estrellas de la barra central de la Vía Láctea gracias a la combinación de los datos registrados por Gaia y las observaciones complementarias de telescopios espaciales y terrestres.
El estudio, liderado por científicos del Instituto de Ciencias del Cosmos de la Universidad de Barcelona, ha dado a conocer datos del brillo, la posición e indicadores de la distancia y los movimientos en el cielo de más de mil millones de estrellas y cuerpos estelares de la Vía Láctea.
Revolución astronómica
Una revolución para muchos campos de la astronomía. “Con el segundo catálogo de Gaia examinamos un radio de unos 6.500 años luz alrededor del Sol, pero con lo que publicamos ahora podemos ampliar al triple esta esfera de Gaia y llegar al centro de la Vía Láctea”, explica Cristina Chiappini, una de las responsables de la investigación.
Los datos visuales combinados de la agencia europea y los institutos barcelonés y alemán muestran una estructura alargada en el centro de la galaxia. Es la conocida como barra galáctica. “Sabíamos que la Vía Láctea tenía una barra pero hasta ahora solo teníamos indicaciones indirectas”, cuenta Chiappini.
Espacio tridimensional
“Es la primera vez que vemos la barra en el espacio tridimensional basándonos en medidas geométricas de distancias estelares”, asegura Friedrich Anders, científico del Instituto de Ciencias del Cosmos de la Universidad de Barcelona.
Para los científicos especializados la confirmación de la existencia de la barra central es fundamental en su intento de descifrar la arqueología galáctica y conocer como se formó y evolucionó la Vía Láctea y cada uno de sus componentes.