Los teléfonos móviles tienen una vida útil limitada y la dificultad de sustituir la mayoría de las componentes que incorporan hacen que sean complicados y caros de reparar. Es por eso por lo que, cuando se estropean o ya no funcionan como antes, la opción más lógica suele ser comprar uno nuevo.
Sin embargo, este tipo de terminales fueron, en su día, grandes innovaciones tecnológicas y todavía pueden ofrecer muchas horas de entretenimiento a sus propietarios a pesar de que haya partes que no funcionen al 100%. Estas son algunas de las ideas más creativas para darles una segunda vida.
Obsolescencia programada
La obsolescencia programada es uno de esos fenómenos que parecen provenir del campo de la mera conspiración, pero nada más lejos de la realidad. Muchas grandes empresas tecnológicas han sido pilladas haciendo que sus dispositivos duren menos para que el consumidor tenga que renovarlos con el tiempo.
En el caso de los teléfonos móviles, pocos aguantan más de tres años intensivos de uso. A veces son barreras de hardware, como rotura de alguna parte externa, fallos en algún componente o, el más común, descenso de la potencia de la batería. En otras ocasiones son los problemas de software los que motivan su descarte, como la creación de sistemas operativos móviles más avanzados que dejan atrás a los terminales más viejos. Cualquiera de estas excusas termina de la misma manera, con un dispositivo que yo no ofrece una experiencia de usuario satisfactoria y, por lo tanto, debe ser sustituido por uno nuevo.
¿Dónde reciclar los dispositivos?
La primera idea que aparece en la mente del usuario es la de intentar vender el teléfono viejo y, con ello, recuperar parte de la inversión. Sin embargo, dependiendo del estado del terminal esta operación puede resultar casi imposible. También existe la posibilidad de reciclar el terminal a cambio de dinero en algunas empresas que se dedican a ello.
Algunas empresas, como Apple, y algunas ONG ya ofrecen programas de reciclaje solidario con el que evitar la tentación de tirarlo a la basura, algo que no se recomienda hacer en ningún caso, ya que la mayoría de los componentes --en especial la batería-- son contaminantes para el medio ambiente.
Una nueva vida
Sin embargo, existen terminales que, aunque ya no funcionan como el primer día, todavía pueden servir. Siempre puede servir como reemplazo del primer terminal en caso de pérdida o robo y también como un segundo dispositivo que emplear en otras funciones.
Muchas personas utilizan móviles antiguos como reproductores de audio, para llevar al campo o el gimnasio. Otra idea es utilizarlo como radio para el coche, pudiendo descargar una gran cantidad de canciones para reproducirlas por bluetooth o por cable.
Ideas creativas
Pero aún hay más, ya que siendo un poco creativo se pueden lograr grandes resultados con un móvil antiguo. Por ejemplo, usarlo como teclado y mando a distancia de dispositivos como Chromecast. También, ubicándolo en un soporte para que funcione como reloj despertador o como temporizador en la cocina.
Otra gran idea es utilizar su pantalla para hacer que sea un lector de libros electrónico para poder practicar esta afición de camino al trabajo o en trayectos largos. Cualquier idea es buena para darle una segunda oportunidad a estos dispositivos.