Poder disfrutar de los atardeceres mientras se vislumbra el puerto olímpico o dar una pequeña vuelta alrededor de la Barceloneta son algunas de las modalidades que ofrecen las distintas empresas destinadas a los paseos en barco por Barcelona.
Es una de las principales alternativas al ajetreado movimiento turístico del centro de la Ciudad Condal, sobre todo en los meses de verano, donde el porcentaje de visitantes aumenta de forma considerable. Y, además, es una fórmula diferente de conocer la costa de la capital mientras se disfruta de la brisa marina.
Recorridos exclusivos
La compañía Salling Experience BCN, es una de las empresas que más variedades ofrece dentro de sus servicios. Gracias a sus actividades diarias, los navegantes pueden disfrutar desde un pequeño paseo en barco, hasta hacer su propio recorrido en un viaje exclusivo en velero. Poder relajarse tomando una copa de vino, o escuchando música mientras se goza de las vistas, es una de las muchas ventajas que presta la empresa catalana.
Sailling Experience BCN, lleva a cabo sus actividades desde el Port Vell, uno de los puertos más exclusivos de todo el mar mediterráneo.
De lo clásico a lo atrevido
La música y el paisaje, así como las olas del mar, se pueden unir creando ambientes evocadores, que ayuden a desconectar aunque solo sea por un instante. Para ello, el Catamarán Orsom, pone a disposición un crucero chill out con música jazz en vivo. La travesía dura alrededor de hora y media. El embarque se realiza desde el Port de la Pau, media hora antes de iniciar el viaje. Sus cruceros suelen navegar por la tarde y antes de que caiga la noche, perfecto para un plan romántico o, simplemente, de relax.
Sin embargo, pasear por las costas de Barcelona no tiene porque ser sinónimo de relajación, paz y tranquilidad. Barcelona 360 Adrenalina, ofrece un servicio diferente e innovador. Permite disfrutar de las vistas de la Sagrada Familia, mientras que los pasajeros se embarcan en un ferry que va a toda velocidad. La llegada y la salida del tour, se producen desde el Puerto Olímpico de la ciudad, con un tiempo aproximado de 50 minutos.