Imagínense la estampa. El día de su boda, el que se supone uno de los importantes de su vida, en un arenal idílico, el de Es Trenc, en Palma de Mallorca. Pero todo se va al garete: de repente, cuando está a punto de arrancar la ceremonia, aparecen agentes rurales de la Consejería de Medioambiente de Baleares, y comienzan a desalojar a los invitados. Es lo que tiene saltarse la ley y organizar semejante acontecimiento en un paraje protegido.

Agentes de la Consejería de Medioambiente piden a los asistentes que desalojen la zona / CONSELLERIA DE MEDIAMBIENT DE BALEARS

Agentes de la Consejería de Medioambiente piden a los asistentes que desalojen la zona / CONSELLERIA DE MEDIAMBIENT DE BALEARS

Aunque cualquiera puede acceder a esta playa de la localidad de Campos, las dunas son un espacio natural que se encuentra en periodo de regeneración, y por eso no se puede transitar por ellas. El incidente no es un descuido, ya que para evitar el acceso, la zona está acordonada. Algo que no debió importar a los organizadores que colocaron allí bancos, el arco de una puerta, alguna mesa, e incluso una bañera, todo apunta que para hacer las veces de cubitera gigante. 

'Cazados'

Según el Govern balear, tras tener constancia de lo que estaba sucediendo, enviaron hasta el parque natural a varios inspectores que, tras abrir un acta, en base a la que la consejería tomará medidas, pidieron a los asistentes que se marchasen. 

La playa de Es Trenc forma parte de una zona protegida, que conecta con las Salinas, donde se cosecha la flor de sal. La playa se extiende desde La Rápita --en el noroeste-- hasta la Colonia de Sant Jordi, en el sureste.