Adquirir un ordenador es un problema para muchos usuarios. El hecho de tener que comprar un dispositivo nuevo suele producir dolores de cabeza a la mayoría de personas, que acaban por dejarlo en manos del vendedor o lanzándose a por ofertas demasiado baratas de tiendas online que pueden terminar por no satisfacer del todo las necesidades.
Y es que hay muchos factores a tener en cuenta para no dejarse llevar por recomendaciones no demasiado sinceras de algunos vendedores, que suelen querer deshacerse del stock sin pensar en las necesidades reales del usuario. Para eso, hay que realizar un repaso de las prioridades y consejos antes de invertir en un nuevo ordenador.
¿Para qué se va a usar el equipo?
La primera pregunta que hay que formular antes de adquirir un nuevo equipo es "¿para qué lo voy a utilizar?". La mayoría de las personas empiezan por mirar su presupuesto y adaptarse al equipo que pueden permitirse. Pero, en ocasiones, acaban comprando algo más caro de lo que necesitan o bien uno más económico pero que no perdurará en el tiempo.
Lo mejor es plantearse para qué se va a usar y, en base a eso, estimar un presupuesto máximo a gastar. Por ejemplo, la mayoría de los usuarios que hacen un uso estándar del ordenador lo utilizan para consultar el correo, navegar por internet, ver películas o series en streaming y, ocasionalmente, utilizar programas de ofimática. En este sentido, sería una locura comprar un equipo gamer, con una tarjeta gráfica y un procesador muy potentes, ya que estarían pagando de más. Muchas veces, para este tipo de usuarios lo mejor sería apostar por una buena tablet, que les permita tener toda la potencia que necesitan en un equipo más portátil y económico al que añadir, por ejemplo, un teclado inalámbrico co el que realizar tareas de edición de documentos.
Usuarios domésticos y profesionales
Los ordenadores de sobremesa, por construcción, son los que incorporan generalmente unas mejores opciones de personalización y potencia bruta. Si el usuario va a hacer un uso profesional de ellos, con aplicaciones de diseño (PhotoShop o Illustrator) o edición de vídeo (Premiere o Final Cut Pro) lo mejor será invertir más dinero en un equipo que cuente con un procesador potente. Un Intel i5 o su equivalente en AMD sería la opción más recomendable, aunque siempre se puede apostar por algo más a largo plazo, como un procesador Intel i7 o i9 que ofrezcan una potencia bruta más adecuada para tareas que requieran más carga del procesador.
Circuito de un ordenador / PIXABAY
En cuanto a la memoria RAM, la que permite que el ordenador ejecute más tareas al mismo tiempo, el estándar desde hace algunos años son los 8 gigas de memoria. Esto suele ser suficiente para la mayoría de personas, que podrán ejecutar muchos programas al mismo tiempo sin sentir que el ordenador ‘va lento’. Aún así, los usuarios profesionales se sentirán más cómodos con 16 gigas de RAM que ofrezcan un rendimiento más acorde a un procesador de gama alta.
¿Potencia o comodidad?
Por último, pero no menos importante, cabe destacar si el equipo va a ser usado más tiempo fuera o dentro de casa u oficina. Este detalle determinará si se debe invertir en un equipo portátil o es mejor un sobremesa con una buena pantalla. Actualmente, en plena era de los portátiles, existen grandes opciones de personalización y gama de precios en los ordenadores de escritorio, así como opciones ‘todo en uno’, que eliminan la antiestética torre para reemplazarla por un ordenador en el que la pantalla y lo que lleva dentro ofrecen todo lo que el usuario necesita.
En caso de que ya se disponga de un buen ordenador de sobremesa, una de las opciones más interesantes a considerar es la de mejorar el equipo, ampliando por ejemplo la memoria RAM y cambiando el disco duro por una memoria sólida, similar a la de los pen drives, con la que obtener un salto de gigante en cuanto a rendimiento. El presupuesto restante se puede destinar a una tablet con algún accesorio que solucione las ocasiones en las que se necesita trabajar fuera de la oficina, pero con el resto de sus ventajas, como la portabilidad y comodidad que ofrecen actualmente estos equipos.