Los milennials son el objetivo primordial para las grandes marcas en la actualidad. Por ello no desaprovechan la ocasión para centrar sus productos en este sector de población. Una de las últimas compañías en presentar novedades especialmente creadas para estos jóvenes ha sido Hasbro, que ha lanzado una versión muy especial de su juego de mesa más popular: el Monopoly para millennials.
"Olvídate de las casas y de los pisos. No puedes pagarlos de todas formas". Ese es el lema con el que se presenta el nuevo el Monopoly para las nuevas generaciones, un juego en el que lo importante no es ganar mucho dinero ni acumular propiedades, sino que el fin se convierte en vivir la mayor cantidad posible de experiencias.
Experiencias en lugar de dinero
Los creadores del Monopoly para milenials sostienen que "el dinero no siempre puede comprar un buen momento, pero las experiencias (ya sean buenas o extrañas) duran para siempre". De ahí que ese sea el desafío principal en la nueva versión. El tablero ya no recoge las calles, estaciones y plazas más destacadas de importantes ciudades, sino que está lleno de "lugares para comer, comprar y relajarte", como por ejemplo el sofá de un amigo, un restaurante vegano o un retiro de meditación de una semana.
El tablero del Monopoly para 'millennials' / HASBRO
Las diferencias con el Monopoly original no quedan aquí. Los jugadores no tendrán que pagar ningún alquiler al caer en casillas en propiedad de otras personas. Ser el primero en caer en una casilla determinada se traduce en que se es el descubridor de esa experiencia y el resto de jugadores efectuará visitas y las compensará con puntos de experiencia al que lo descubrió primero.
Disparidad de opiniones
Aunque --de momento-- el Monopoly para millennials no está a la venta en España, las redes sociales no han tardado en recibir con sorpresa esta novedad ante la inminente campaña de Navidad. Un juego de mesa que, aunque desde la compañía se publicita como "una excelente opción para los jóvenes que necesiten un descanso en su vida de adultos", no ha terminado de convencer a todo el mundo. Sobre todo han sido los propios millennials los que más se han sentido ofendidos con él, ya que lo consideran "una burla" hacia ellos.