El presidente chino, Xi Jinping, ha sido el encargado de inaugurar el puente marítimo más grande del mundo. Se trata de una de las obras más ambiciosas del país asiático, que tiene una longitud de 55 kilómetros, de los cuales 30 de ellos están levantados sobre mar abierto y otros siete kilómetros componen un túnel subterráneo instalado en las aguas del sur de China Continental.
Este reto arquitectónico se ha producido después de años de retrasos y sobrecostes y conecta las ciudades sureñas de Hong Kong, Macao y Zhuhai. En concreto, para su construcción se emplearon 4.000 toneladas de acero --es decir, una cantidad equivalente a 60 veces la Torre Eiffel-- y su desembolso superó los 20.000 millones de dólares.
Camino más rápido
Sobre el ahorro en el tiempo de transporte y las comunicaciones ha hablado Frank Chan Fan, responsable de transportes en Hong Kong. El viaje entre Zuhai y el aeropuerto de Hong Kong, que ahora lleva cuatro horas, se recortará a unos cuarenta minutos.
Por su parte, el viaje entre Zhuhai y la terminal de contenedores de Kwai Tsing, el gran centro logístico y comercial de la antigua colonia británica, "se reducirá de casi cuatro horas a 75 minutos”.
La obra
La increíble obra fue ideada en el año 1983 por el magnate hongkonés Gordo Wu y su intención, además de representar visualmente un trabajo gigantesco al alcance de muy pocos, es generar fortalecimiento y poder entre regiones estratégicas chinas: “El puente fortalecerá la colaboración entre Cantón, Hong Kong y Macao en términos de comercio, finanzas, logística y turismo, y Hong Kong asumirá un papel más proactivo en el desarrollo del Área de la Gran Bahía”, aseguró al respecto Chan Fan. Además, otro de sus principales características es que está fabricado para ser capaz de soportar terremetodos de magnitud 8.
Vista aérea del puente más largo del mundo sobre el mar / TWITTER
Sin embargo, fuera de estas apreciaciones la obra también ha causado ciertas controversias debido al riesgo de su construcción. Al menos nueve trabajadores murieron debido a la dificultad de sus tareas y centenares sufrieron lesiones durante la construcción, lo que ha acumulado un retraso de dos años.