Las decisiones políticas afectan a la vida de las personas y a sus negocios. Y no siempre para bien. El propietario del restaurante Ramen Kagura, en Madrid, estaba teniendo mucho éxito con su propuesta gastronómico y decidió abrir un segundo local en el barrio de Ópera. 

Lo que iba viento en popa cambió cuando el Ayuntamiento de Madrid decidió cambiar la ubicación de los cubos de la basura de la calle donde se encuentra el restaurante. Según informa el diario El Mundo, hace casi un año, en octubre de 2017, el consistorio que lidera Manuela Carmena tras finalizar las obras de reforma de la plaza de Herradores y la plaza del Comandante Moreras, decidió trasladar los cubos de basura selectivos 50 metros más abajo, de la esquina entre ambas plazas a la puerta del restaurante Kuraya.

Cuatro cubos

Se trata de cuatro cubos: dos de papel y cartón, uno de vidrio y otro de envases y plástico, que es el que más olor desprende, especialmente en días de mucho calor. Aunque su función es sólo recoger este tipo de desechos, la gente tira de todo, desde somieres hasta maletas o cajas de fruta. 

Además, estos cuatro cubos sirven de aseo improvisado para los más incívicos y la mezcla del orín con el cartón permanece hasta el día siguiente. "Si eres un turista que vas paseando con hambre, pasas por aquí y hueles a pis como que se te quitan las ganas de comer", manifiestan los responsables de Kuraya en El Mundo.

Campaña en Change.org

Los propietarios han lanzado una campaña en Change.org para revocar la posición de los cubos. De momento sólo lhan obtenido a respuesta de que "en la mayor brevedad posible recogerán los cubos", pero nunca se ha hecho efectiva la  medida.

Los responsables escribieron hasta en tres ocasiones: primero a la Dirección General de Limpieza y Residuos y posteriormente al Área de Medio Ambiente en general. La única respuesta que han obtenido es que "el emplazamiento es el más apropiado al encontrarse a la mayor distancia posible a la alineación de las edificaciones, no siendo posible su traslado o supresión, dado que este hecho supondría dejar sin servicio el tramo de calle en el que se encuentran".

Pero no piensan abandonar su lucha, para que su local sea igual de apetecible que antes.