¿Qué tienen en común las personas más felices del mundo? ¿Qué se puede aprender sobre la felicidad en otros lugares? ¿Qué se puede hacer para ser más felices? Son algunas de las preguntas a las que trata de dar respuesta Meik Wiking, un verdadero experto en la felicidad, en sus libros.
En las dos últimas obras del director ejecutivo del instituto para la Búsqueda de la Felicidad de Copenhague, Hygge y Lykke, se aborda este tema y se dan varias claves para que todo el mundo sea capaz de alcanzar la felicidad. El camino hacia ella, en opinión de Meik Wiking, transcurre por estas seis etapas.
Unión: Rituales de comida y velas
Tomémonos nuestro tiempo y recuperemos la hora de la comida para sentarnos con amigos, familiares y colegas y disfrutar de su compañía y de una comida lenta. La comida en Francia es algo importante. En las escuelas públicas, por ejemplo, los niños comen tres platos. Las servilletas de tela y los cubiertos de metal revelan que el ritual de la comida es casi tan importante como la comida misma. Se trata de sentarse y de comer tranquilamente.
Según un estudio de la Universidad de Liverpool, comer frente al televisor da cuenta de hasta un 5% más en los niveles de obesidad. En la mayoría de los países se recomienda ingerir una cantidad mínima de fruta y de verduras al día; en Francia, además, se recomienda comer con otras personas. Esto es algo que podríamos aspirar a hacer con más frecuencia.
Salud: ¡Súbete a la bici!
Este fin de semana, desempolva la bici y sal al exterior. Casi todos tenemos hermosos recuerdos de cuando montábamos en bicicleta en la infancia. ¿A que era divertido? Pues ya es hora de reavivar ese amor. O de enamorarse por primera vez de las dos ruedas. Si no se ha montado nunca, podemos buscar una escuela de ciclismo o a alguien que pueda enseñarnos.
La bicicleta puede ayudar en el camino a la felicidad / PIXABAY
Si no tenemos bicicleta, podemos pedir una prestada, aunque cada vez más ciudades disponen de un sistema público de alquiler. Podemos intentar trasladarnos en bicicleta en lugar de en coche o en transporte público o salir con ella los fines de semana.
Dinero: Compra experiencias
Según los investigadores Dunn y Norton, si buscamos comprar felicidad es más sabio invertir en experiencias que en cosas, ya que “estudio tras estudio se demuestra que las personas tienen mejor estado de ánimo cuando reflexionan sobre sus compras experienciales, que describen como dinero bien gastado”.
Cuando se les pide que comparen las compras que han hecho con la intención de incrementar su felicidad, el 57% elige las experiencias (un viaje) frente al 34% que se decantó por cosas tangibles (un smartphone).
Libertad: Iniciativas para no interrumpir
Para aumentar la sensación de libertad en el trabajo podemos implementar iniciativas como los martes por la mañana sin interrupciones. Iniciemos un debate en el trabajo sobre cómo la flexibilidad y la autonomía pueden mejorar la satisfacción y la productividad. ¿Podrían implementarse los martes por la mañana sin interrupciones, o dos o tres horas en los que no haya reuniones, llamadas ni se envíen correos electrónicos?
Se puede hacer un período o dos de prueba y después evaluar su efecto en términos de satisfacción y productividad. Otra alternativa es trabajar los miércoles en casa. Si el trabajador se ahorra dos horas de traslado, puede dar una hora extra a la empresa y aun así ganar una hora libre.
Bondad: Sé más como Amélie
Encuentra maneras de hacer felices a los demás a través de actos de bondad. En la película Amélie una tímida camarera encuentra una caja llena de recuerdos infantiles que un niño que había vivido en su apartamento décadas atrás se había dejado olvidada. Amélie encuentra al niño, que ya es mayor, y le devuelve la caja. Se promete a sí misma que, si le hace feliz, dedicará su vida a ayudar a los demás.
Amélie / MIRAMAX
El hombre se pone a llorar cuando ve la caja y ella se embarca en su nueva misión. Favorece un romance entre dos personas. Convence a su padre para que persiga su sueño de dar la vuelta al mundo. Acompaña a un hombre ciego al metro mientras le describe con detalle lo que va viendo por el camino. El mundo necesita más gente como Amélie. ¿Y si todos nos convirtiéramos en superhéroes secretos de bondad?
Confianza: Entrena el músculo de la empatía
Leer libros y moverse más allá de los círculos sociales habituales para comprender mejor el comportamiento de otras personas. Podemos ponernos en la piel de los demás leyendo algunas obras de literatura. Podemos comenzar con libros como Matar a un risueñor (Harper Lee), El gran Gatsby (F. Scott Fitzgerald) o Las uvas de la ira (John Steinbeck).
Buscar contextos sociales diversos que nos permitan moverte más allá de nuestros círculos sociales habituales. Visitar lugares donde vivan personas que se encuentran en el extremo opuesto de nuestro espectro político. Si escuchamos las historias de la gente, es posible que nos demos cuenta de que podríamos haber tomado las mismas decisiones si hubiéramos vivido su vida en vez de la nuestra. No somos tan diferentes, sólo tenemos puntos de partida distintos.