Tomar el sol en verano para broncear la piel es algo muy habitual en los seres humanos durante estas fechas. Pero, ¿alguna vez te has preguntado si tu mascota puede ponerse morena?
La respuesta es afirmativa y tiene que ver en la estructura similar a la nuestra que tiene la piel de los animales. Ellos también cuentan con células sensiblesa la luz, por lo que su piel puede coger cierto color en verano si pasa algún tiempo bajo el sol.
Complicado de ver
A pesar de ello, es más difícil apreciar a simple vista que nuestras mascotas se pongan morenas. Y todo porque suelen tener una capa de pelo que protege su piel. Sin embargo, la radiación UV-B de la luz del sol activa los melanocitos de la piel de los animales, provocando un incremento de la producción de melanina. Un proceso muy parecido al que sufre la piel de las personas.
Un perro de vacaciones en la playa / THINKSTOCKPHOTOS
Para descubrir que a nuestra mascota se le ha pegado el sol este verano hay que acudir a las zonas en las que no tienen pelo, como por ejemplo a las barrigas. Por ello los veterinarios recomiendan que los dueños pongan crema protectora en la tripa, así como en otras zonas sensibles al sol como las orejas o la nariz.
Protección solar natural
Al igual que los seres humanos, nuestras mascotas también deben tener cuidado del sol, ya que exponerse a sus rayos durante demasiado tiempo puede provocarle quemaduras en la piel. Sin embargo, los animales han desarrollado con el paso del tiempo determinados mecanismos que actúan como protección: su piel, su pelo, su plumaje, sus escamas...
Los elefantes y los rinocerontes, por ejemplo, suplen la falta de pelo con una piel más griesa que les protege del sol. A esto se les suma el polvo o el barro que esparcen por su piel para crear una especie de protector solar casero. Además, hay animales capaces de crear su propio protector solar. Es el caso de algunos peces, aves, reptiles y anfibios, que producen un compuesto llamado gadusol para ponerse a salvo de los rayos UV.