Aunque parezca una profesión del pasado, las barberías catalanas son una de las tendencias con gran auge en el momento actual gracias, especialmente, al movimiento hipster. Este nuevo retorno, sin embargo, ha aparecido con grandes innovaciones. Además de ofrecerse como un servicio dentro de multitud de peluquerías masculinas, también se ha desarrollado un aumento muy notable de centros de estética masculina y barber shops que apuestan por este modelo.
Las barberías actuales son centros de especial dedicación en el que se mima a cada cliente para conseguir el objetivo deseado: una barba perfecta y única. Por eso, los barberos son unos profesionales meticulosos, cuya intención va mucho más allá a la de las barberías de antaño. Ahora lo que se busca es aportar al cliente un servicio completo elevando el oficio hasta convertir los resultados, en muchos casos, en verdaderas obras de arte. Si la intención del cliente es conseguir una barba perfectamente recortada y cuidada, Barcelona es la ciudad perfecta para conseguirlo. Estas son algunas de las mejores barberías a las que poder acudir:
La barbería de Gràcia
La Barbería de Gràcia, situada en Calle Torrent de l’Olla, es una de las más reconocidas de toda la ciudad y del país por su estilo bohemio y casual. Este establecimiento ofrece a sus clientes un servicio personal utilizando la técnica de afeitado con navaja, un método tradicional que encaja perfectamente con su sello de calidad y que destaca con un local también tradicional pero con ciertos toques contemporáneos.
Krispy Cuts Barber Shop & Sabor
Los clientes de Krispy Cuts Barber Shop & Sabor buscan un estilo moderno de influencia americana. Por ello este tipo de barbería situada en la calle Basses de Sant Pere convence a unos clientes con gustos muy concretos, especializándose en un afeitado al más puro estilo neoyorquino y convirtiéndose en la primera barbería barcelonesa hasta ahora en ofrecer un afeitado de corte americano.
Vicenç Morató
Situada en pleno barrio del Raval, es una de las barberías de referencia de la ciudad debido a su amplia experiencia en el sector. Su trayectoria se remonta al año 1959, especializándose en el cuidado personal masculino, además de en el afeitado. Para ello utilizan la técnica del afeitado con toalla caliente. También ofrecen otros servicios como el corte de pelo o el spa capilar, garantizando una experiencia de lo más completa. Para poder acudir a este local un requisito fundamental es pedir cita previa.
La Barbería
Situada en la calle de la Independencia, La Barbería es un negocio con una amplia tradición en el sector desde que abriera sus puertas allá por el año 1981. Actualmente al frente de las tijeras se encuentra la tercera generación de barberos de este negocio familiar y sus responsables, dos hermanos llamados Pedro y Javier, cuentan con una formación en el oficio de nada más y nada menos que de 37 años. Entre las peculiaridades de este establecimiento destaca el trato personal con los clientes y, por supuesto, la combinación de la barbería tradicional con las nuevas tendencias.
Andr&s Enobarbería
Andr&s Enobarbería es reconocida en Barcelona como una de las barberías hipster por excelencia. Tanto es así que además de poder disfrutar de un corte de pelo o del recortado de barba perfecto, en este local van mucho más allá con sus servicios, ofreciendo a los clientes la oportunidad de disfrutar de una degustación de vinos en el propio establecimiento. Esta peculiar combinación se debe a que el negocio está ostentado por una pareja de italianos en la que, él es experto en las tijeras y ella, una amante empedernida del buen vino. El servicio de corte más copa de vino se sitúa aproximadamente en tan solo unos 15 euros.
The Barberist
The Barberist es una barbería tradicional situada en la calle Verdi que teletransporta a quien pasa a los salones y barberías de los años 50. Por este motivo sus profesionales combinan a la perfección las técnicas de corte clásicas con conceptos y técnicas más modernas. Su decoración, totalmente vintage, cobra una presencia indiscutible gracias a sus sillas, su espectacular sillón rojo de época o las figuras de Elvis y los cuadros que cuelgan de sus paredes.