El 24 de julio se celebra el Día Internacional del BDSM, una de las prácticas sexuales más desconocidas cuyas siglas significan “Bondage y Disciplina, Dominación y Sumisión, Sadismo y Masoquismo”. Creado a principios de la década de los 90, este grupo de prácticas y fantasías siguen siendo todavía un tema tabú sobre el que se han creado diversos mitos, muchos de los cuales no son ciertos.
Imagen promocional de Cincuenta Sombras Liberadas, novela y película donde se trata la temática BDSM / UNIVERSAL
El éxito de Cincuenta Sombras de Grey disparó el interés del público sobre el BDSM. La venta de productos relacionados con estas prácticas creció hasta un 50% tras el estreno de la primera película. Sin embargo, la saga literaria y cinematográfica ha dibujado de manera errónea la realidad de las relaciones BDSM, algo que sobre lo que la empresa LELO, especializada en juguetes para prácticas sexuales, quiere arrojar luz.
No es una práctica abusiva ni destructiva
La idea generalizada en torno a esta práctica consiste en infligir dolor a otra persona sin ningún motivo. Sin embargo, las relaciones BDSM se rigen por un reglamento conocido por las siglas SSC (Seguro, Sensato y Consentido); es decir, todas las prácticas que se llevan a cabo se especifican previamente y son consensuadas por ambas partes. Además, se establece un código de seguridad (generalmente una palabra) mediante el cual cualquiera de los participantes puede detener la acción de manera inmediata. Si el placer se convierte en sufrimiento, no se está practicando BDSM de forma correcta.
Además, muchas personas piensan que quien practica estas actividades tiene algún tipo de problema o trauma psicológico. De hecho, la RAE define el concepto de “sadomasoquismo” como la “perversión sexual de quien goza causando y recibiendo humillación y dolor”. Sin embargo, esto dista mucho de la realidad, ya que según un estudio del Journal of Sexual Medicine no hay diferencias en la salud mental entre las personas que practican relaciones del ámbito del BDSM y personas que mantienen relaciones sexuales convencionales.
'Role playing' y control compartido
Una de las creencias más extendidas reside en el hecho de que los roles están fijados de acuerdo al sexo de los participantes. En otras palabras, se ha extendido la creencia de que el hombre siempre se encuentra en una posición dominante, mientras que la mujer es siempre la sumisa. A pesar de que este juego de roles pueda ser la tendencia predominante, es crucial destacar el hecho de que los roles van acorde a las preferencias sexuales. Es decir, tanto hombres como mujeres pueden experimentar placer jugando cualquiera de los dos roles, por lo que depende de una preferencia que en ningún caso va asociado al género del participante.
Por otra parte, la historia entre Christian Grey y Anastasia Steele ha propagado de manera errónea la creencia de que una relación sexual BDSM se extiende más allá de los límites de la sexualidad, llegando a controlar otros aspectos de la vida diaria. Este es un grave error que la comunidad se esfuerza en desmentir, puesto que el juego de control se limita única y exclusivamente a la relación sexual.