Lejos quedan los años en los que las vacaciones empezaban con un viaje de madrugada para evitar las horas de pleno sol, o se circulaba por la autopista con la ventanilla del coche bajada para aliviar el calor del verano.
Desarrollar el sistema de refrigeración de cada modelo de coche requiere unos tres años. Durante este tiempo se estudia la geometría de los conductos y rejillas en 3D, y se hacen simulaciones virtuales para predecir cómo fluirá el viento dentro del vehículo. Aun así, hay ciertos errores que cometemos cuando utilizamos el aire acondicionado. Estos son los cinco más comunes y algunos consejos para optimizar su uso.
Termómetro midiendo la temperatura del interior de un coche / SEAT
- Ponerlo al máximo nada más entrar: En verano, el interior de un coche aparcado al sol puede llegar a alcanzar los 60 grados. En aproximadamente media hora se pueden recuperar los 25 grados si se siguen ciertas pautas. Uno de los errores más frecuentes es encender el aire al máximo. “Abrir las puertas y las ventanillas y ventilar el habitáculo, durante un minuto, antes de activarlo” es la primera recomendación de Ángel Suárez, ingeniero del centro técnico de Seat. Con este simple gesto se consigue “rebajar de forma natural la temperatura interior”. Una vez ventilado, ya se puede entrar, cerrar las puertas y ventanillas y activar la climatización.
- Mantener activado el botón de recirculación del aire: Este es otro de los errores clásicos ya que, el hecho de mantenerlo pulsado, “favorece que los cristales se empañen”. Suárez aconseja conducir con la opción Auto encendida “para que el flujo se autorregule, sea más homogéneo y se haga un uso más eficiente”.
- No activar el aire porque la mañana es ‘fresquita’: Dependiendo de la zona de Europa donde nos encontremos, algunas mañanas de verano pueden ser frescas. A pesar de ello, se aconseja “activar el aire acondicionado del coche, aunque sea con la temperatura más alta”. Así se evitará que los cristales se empañen cuando se eleve ligeramente la temperatura exterior.
- No enfocar correctamente los difusores: “Sube el aire, que no me llega”, es una frase que se puede repetir en los coches durante el verano. Según el experto de Seat, la mayoría de las veces no es una cuestión de temperatura, sino de la dirección en la que circula el aire dentro del habitáculo. “Para conseguir un reparto adecuado, los difusores tienen que estar enfocados hacia arriba, no hacia la cara. Con este simple gesto se consigue que el aire se reparta por todo el coche y que llegue a todos los pasajeros de manera uniforme”, apunta.
- Olvidar el mantenimiento: Como sucede con el aceite, las ruedas o el líquido de frenos, el sistema de climatización de los coches también necesita un mantenimiento específico. Se recomienda cambiar los filtros cada 15.000 o 20.000 kilómetros, “así no se perderá caudal ni tampoco fuerza cuando salga", añade Ángel Suárez.
Cuidado con el calor en verano
Y es que en verano es importante no subestimar los efectos del calor al volante. Según el experto de Seat, una temperatura interior de 35 grados hace que el conductor reaccione un 20% más lento que otro que circula a 25 grados. El efecto es similar a conducir bajo una tasa de alcoholemia cercana a 0’5 gramos por litro en sangre. Por lo tanto, es importante mantener bien fresco y ventilado el habitáculo.