Quizás no te has dado cuenta, pero los bebés parpadean muy poco. La ciencia ha demostrado que, excepto cuando duermen, los recién nacidos apenas cierran los ojos. La revista Los Anales de Neurología, publicó un artículo en que se establecía que la frecuencia de parpadeo de un niño de hasta 3 meses era 15 veces menor a la de un adulto.
Mientras que una persona mayor de 16 años parpadea una media de 15 veces por minuto, un bebé puede llegar a hacerlo solo una, aunque lo más normal es que lo haga entre dos y tres veces. El parpadeo aumenta con la edad, especialmente en la adolescencia donde se acerca a los niveles de un adulto.
Pese a que todavía no se conoce la razón exacta, los científicos barajan varias opciones.
La dopamina
Varios estudios han concluido que el parpadeo lo regula la dopamina, un neurotransmisor que envía señales de nuestro cerebro al resto del organismo. Una investigación de la Universidad de Nueva York, Estados Unidos, concluyó que hay una relación directa entre la dopamina y este acto involuntario. Esta hipótesis explicaría también el aumento del parpadeo en personas que sufren esquizofrenia o están bajo los efectos de las drogas.
Por el contrario, el parpadeo disminuye entre las personas con la enfermedad de Parkinson por la muerte de las neuronas productoras de dopamina. Los científicos creen que esto puede significar que los más pequeños tienen bajos niveles de dopamina, lo que puede dar nuevas pistas sobre su sistema nervioso.
Protección
Otra de las razones por las que parpadeamos es para mantener el ojo lubricado. Al igual que los bajos niveles de dopamina pueden influir en la cantidad de veces que los bebés abren y cierran los ojos, también tiene mucho que ver el tamaño de sus ojos y la cantidad de horas que duermen. Necesitan menos lubricación que un ojo adulto.
Atención
Por último, otra de las teorías que gana peso entre la comunidad científica es el sentido de la vista. Algunos científicos sostienen que como los bebés no tiene el sentido de la vista totalmente desarrollada, sostienen que los niños deben esforzarse más para para hacerse con la información visual que necesitan.
"Cuando haces cosas que requieren mucha atención visual, tiendes a pestañear menos". Esto le ocurre también a los adultos con síndrome de la computadora o síndrome visual informático, una condición que aparece entre aquellos que pasan mucho tiempo concentrados frente a una computadora.