‘Love is in the air’ cantaba John Paul Young a finales de los años 70. Y no le falta razón porque cualquier lugar es bueno para enamorarse. Como por ejemplo un viaje de avión. Y da igual que los tortolitos no se conocieran antes, ya que las casualidades pueden provocar que el pasajero anónimo con el que te ha tocado compartir un vuelo se convierta en la persona con la que pasarás el resto de tu vida…
La bonita historia de amor ha sucedido en Estados Unidos, en un vuelo con destino a Dallas, y el origen no puede haber sido más curioso. A la actriz Rosey Blair y a su marido les tocaron asientos separados en el avión, por lo que pidieron a una joven si podían intercambiar sus lugares situados justo en la fila de delante. Para convencerla Rosey bromeó diciéndole que "quizá encuentres al amor de tu vida, quién sabe...". ¡Y no era consciente de lo premonitorias que eran sus palabras!
"¡Están flirteando!”
A pesar de haber un sitio libre en la fila, la chica que intercambió sus asientos con Rosey y su pareja se sentó justo al lado del chico que ya había allí. Pronto empezaron a charlar, tanto que incluso antes de despegar ya se habían contado que ambos trabajaban como entrenadores personales y que eran vegetarianos. Y hasta se rozaron varias veces. Todo esto llevó a la actriz a contar esta historia, que tenía visos de ser interesante, a través de un hilo de Twitter que se ha hecho viral.
La pareja se sentó tan junta que hubo varios roces intencionados entre ellos / TWITTER
Como si de una telenovela en directo se tratara, fue relatando las diversas etapas por las que pasó el romance. "¡Están flirteando!”. "No han parado de hablar desde que despegamos". "Se han rozado los brazos varias veces". “Están compartiendo una tabla de quesos”. “Se están enseñando fotos de sus familiares”
Juntos al baño
Tanto interés generó que la narradora no paró de recibir mensajes de personas que estaban enganchadas a esta bonita historia de amor. Para continuar con el relato Rosey tuvo que comprar bonos de internet, ya que el romance se alargó durante más tiempo que la hora de wifi gratuita que ofrecía la aerolínea. Pero el esfuerzo y la inversión acabaron mereciendo la pena.
Momento en que ambos abandonaban juntos el aeropuerto / TWITTER
“Atención: ¡se han ido al baño al mismo tiempo!”. Fue el anticipo de lo que estaba por venir. Acto seguido ella apoyó su cabeza en el hombro del chico durante unos instantes y ambos entablaron una conversación sobre sus metas en la vida: casarse, tener hijos… Y al aterrizar, ambos salieron juntos por la puerta del aeropuerto. ¿Cómo acabó la cosa? Parece que muy bien. Al menos así se intuye leyendo los últimos mensajes en Instagram de Euan Holden, uno de los dos protagonistas de la historia...