La sociedad actual se caracteriza por estar cada vez más concienciada. Temas como el uso del aceite de palma o la cantidad de azúcar de los alimentos, por ejemplo, han protagonizado muchos debates, como también lo hace la fabricación de productos tan habituales como los smartphones. La comercialización del coltán, el preciado mineral que se encuentra en los teléfonos móviles, ha causado grandes estragos en países del tercer mundo.
Aquí es donde entra en juego Fairphone, una empresa social a favor de los dispositivos electrónicos más justos. Fairphone es el responsable de la fabricación de un smartphone “con el que estamos generando un impacto positivo en la cadena de valor de la minería, el diseño, la fabricación y el ciclo de vida”, según explican sus responsables. “Junto con nuestra comunidad, estamos cambiando la manera en que se fabrican los productos”.
Materiales libres de conflicto
La característica principal del Fairphone y del Fairphone 2, los dos modelos lanzados al mercado por la empresa hasta el momento, es que entre sus componentes no se encuentran materiales como el oro, el tungsteno, el estaño o el tantalio. Fairphone trabaja con iniciativas que certifican que sus materiales no financian a grupos armados ni han sido extraídos por mano de obra infantil.
Fairphone 2 con carcasa transparente / FAIRPHONE
Además, el Fairphone 2 es un teléfono modular, es decir, las diferentes partes se pueden adquirir e intercambiar de forma independiente, lo que alarga su vida útil. Las reparaciones son sencillas y, gracias a las habituales actualizaciones de software, todo en el dispositivo continuará funcionando correctamente. Más allá de eso, el Fairphone 2 cuenta con una pantalla de 5 pulgadas y resolución de 1080p, una cámara de 12 megapíxeles con flash doble, dos ranuras SIM y 32 gigas de capacidad ampliables hasta 64 gigas mediante una tarjeta SD, entre otras características.