Un estudio del Departamento de Agricultura de Estados Unidos ha revelado que el 97% de la población no se lava las manos correctamente, cometiendo graves errores que pueden favorecer el riesgo de transmitir infecciones.
Para poner a prueba la hipótesis, el estudio contó con la colaboración de 383 personas a quienes se les pidió que cocinaran una hamburguesa con una serie de ingredientes. A ese conjunto de ingredientes se les inyectó un bacteriófago inofensivo que sirvió para medir con precisión si los participantes se lavaban bien las manos después del manipulado.
Los dos errores más comunes
Una vez preparada la hamburguesa, el grupo de investigadores tomó muestras microbiológicas de los alimentos y entrevistó a los analizados sobre sus hábitos higiénicos en la cocina. Los resultados obtenidos revelaron dos de los errores más comunes que cometemos cuando nos lavamos las manos.
Por un lado, la escasez del tiempo de enjabonado, a lo que deberíamos dedicar más de 20 segundos para que fuera correcto; y por otro, la necesidad de utilizar una toalla limpia para el secado, algo que solemos obviar puesto que utilizamos siempre la misma toalla o prescindimos de ellas. Estos descuidos al lavarse las manos durante preparación de la hamburguesa provocaron que en casi el 50% de las ocasiones el bacteriófago consiguiera extenderse entre los alimentos y otros productos.
¿Existe un modo correcto?
La conclusión del estudio conlleva un grave problema en cuanto a la transmisión de infecciones. Precisamente a causa de estas malas prácticas higiénicas se estima que solo en Estados Unidos hasta 48 millones de personas padecen enfermedades transmitidas por los alimentos. Ante lo alarmante de los resultados, los investigadores plantean la forma correcta que debemos seguir para garantizar un buen lavado de manos.
Es necesario lavarse con agua limpia y jabón, frotando las palmas y la parte posterior, así como los dedos y las uñas. El enjabonado debe prolongarse durante al menos 20 segundos y debe ser practicado estrictamente siempre después de tocar productos como carnes, aves o huevos crudos, sin olvidarse de secarse con una toalla limpia.