Una mujer de 33 años y originaria de Colchester, Reino Unido, pasó ochos meses de embarazo pensando que tenía problemas digestivos. La joven penso que el aumento de peso y volumen de su barriga se debía a una intolerancia al gluten.
La gestación llegó hasta las 33 semanas. Sita Meena reconoció tomar píldoras anticonceptivas durante diez años, razón de más por la que nunca pensó que podía estar en estado. Además, su médico explicó en una exploración que podría existir una intolerancia alimenticia como causa de hinchazón.
Sorpresa inesperada
Sita decidió hacerse un test de embarazo que dio positivo. Ante la noticia, decidio empaquetar el test como un regalo para su novio Tony y se lo entregó. Primero "pensó que era una broma, pero luego se alegró".
"No lo podía creer yo. No sentía ni náuseas matutinas ni otros síntomas". Sita no esperaba este bebé, pero la pareja está feliz. Aun así, ella misma reconoce que de saber la situación hubiera llevado un estilo de vida más saludable, acorde con su estado. "A veces no regresábamos a casa hasta las 3:00, después de tomar unas copas", lamentó.
Un mes después del test, la mujer dio a luz un bebé sano, de 3,2 kilogramos de peso. "Tony y yo empezamos a llorar. Cuatro semanas antes no imaginábamos que existía", contó Sita.