Tradicionalmente el consumo de pasta ha sido relacionado con la obesidad y con engordar. De hecho, en la mayoría de las dietas de adelgazamiento la ingesta de pasta suele estar limitada o incluso vetada, únicamente estando permitida la pasta integral. Sin embargo, un estudio llevado a cabo por expertos del St. Michael's Hospital de Toronto (Canadá) puede acabar con el mito de que la pasta engorda de una vez por todas.
Los expertos llevaron a cabo un experimento en el que alrededor de 2.500 personas fueron invitadas a comer 3,3 porciones de pasta a la semana en lugar de otros carbohidratos mientras mantenían una dieta de índice glucémico bajo. Los resultados demostraron que estas personas no sólo no engordaban, sino que lograban perder peso (0,5 kilos de media).
Menos azúcar, menos peso
¿A qué se debe este adelgazamiento provocado por la ingesta de pasta? Este alimento, a diferencia de los carbohidratos refinados, cuenta con un índice glucémico más bajo, de ahí que no aumente los niveles de azúcar en sangre, favoreciendo de esta forma la pérdida de peso.
Corazón hecho de pasta / PIXABAY
"Nuestro estudio evidencia que el consumo de pasta no contribuye al aumento de peso o al incremento de la grasa corporal. De hecho, se ha puesto de manifiesto una pequeña pérdida de peso. Así que, al contrario de lo que suele pensarse, la pasta puede formar parte de una dieta saludable" ha señalado el doctor John Sievenpiper, director de la investigación en el St. Michael's Hospital de Toronto.
La ciencia se pone del lado de la pasta
Sievenpiper ha añadido que “la pasta en un contexto de dieta de índice glucémico bajo no contribuye a la adiposidad e incluso reduce el peso comparado con otros patrones de dieta de índice glucémico alto”.
A partir de ahora sabemos que, además de ser una gran fuente de energía y uno de los alimentos principales de la dieta mediterránea, la pasta también puede servir para adelgazar.