Este jueves (28 de junio) se celebra el Día Mundial del Árbol, una excusa ideal para sumarse a la nueva tendencia que ha llegado a nuestro país directamente desde Japón: el shinrin-yoku o baño de bosque. Surgido en los años 80 en una época de crisis económica, este arte milenario busca elevar el estado de ánimo, hacer desparecer el estrés y la ansiedad, así como promover cambios positivos en las personas.
Darse un baño de bosque significa entrar en contacto directo con la naturaleza, algo que muchos estudios han señalado como una práctica muy recomendable y aceptada por su valor terapéutico tangible. Para entenderla mejor, Erin Niimi Longhurst, autora del libro Japonismo: El arte de alcanzar una vida plena, nos explica cómo llevar a cabo el shinrin-yoku correctamente.
Los seis pasos para disfrutar del shinrin-yoku
- Los aparatos se quedan en casa: Para poder sumergirnos completamente en la naturaleza y obtener todos los beneficios del shinrin-yoku, debemos desconectar todos nuestros aparatos, sobre todo el teléfono móvil, y de cualquier cosa que nos mande notificaciones y nos distraiga del momento presente.
- No sigas un camino definido: Absorber todo lo que nos rodea (las vistas, los sonidos y los olores) es parte del proceso de curación. Lo último que necesitamos es distraernos, estresarnos, ponernos nerviosos u obsesionarnos con seguir un camino definido o con ver un lugar emblemático concreto. Hay que dejar los mapas en casa.
- Empápate del entorno: La idea es conectar con el paisaje que nos rodea y no mirar el reloj, identificar las distintas variedades de árboles o plantas, contar los anillos del tronco de un árbol, etc. El fin del shinrin-yoku no es ir de un punto a otro, sino saborear los momentos y la calma del camino. Es caminar sin rumbo fijo.
- ¡Silencio, por favor!: Si vamos con alguien, habrá que acordar pasar un rato en silencio para poder reflexionar y centrarnos en nosotros mismos. Escuchar a nuestra mente y a nuestro cuerpo y conectar con la naturaleza de forma contemplativa. No es el momento de ponerse al día.
- Ejercita la conciencia plena: Hay que procurar dejar los problemas emocionales en casa. El objetivo de esta práctica es aclarar la mente y aprovechar este rato para escapar. Tras descansar la mente, lo veremos todo con mayor claridad.
- Descansa cinco minutos, o diez, o veinte…: El shinrin-yoku no es una excursión o una prueba de resistencia. Podemos descansar a menudo y absorber todo lo que nos rodea.