Siempre hay un pez más grande y esta vez hay pruebas. Un grupo de amigos se encontraba en una lancha en Florida, Estados Unidos, pasando un día de pesca. De repente algo pico el anzuelo. Uno de ellos recogió la caña y escasos metros observaron como un habían dado con un tiburón martillo. 

Uno de los presentes empezó a grabar las imágenes. El escualo se acercaba más y más mientras se resistía, cuando sin casi verlo venir, otro tiburón arrancó de un mordisco la cola del tiburón. 

El mar se convirtió rojo y el escualo mayor regresó de nuevo para terminar de comerse a su presa. Unas imágenes que los presentes no podían creer.