“Hace tanto calor que se puede freír un huevo en la carrocería de un coche”. ¿Has escuchado o dicho esta expresión en alguna ocasión? Los últimos veranos están siendo especialmente calurosos y parece que este año se repetirá lo mismo. Así que más vale tener cuidado, sobre todo con los coches ya que un experimento ha revelado que pueden alcanzar temperaturas verdaderamente altas en estas fechas. Las suficientes como para freír un huevo en ellos.
Seis niños han fallecido en lo que va de año en Estados Unidos por haberse quedado esperando en el interior de un coche aparcado al sol. Debido a este alarmante dato, investigadores de la Universidad Estatal de Arizona y de la Facultad de Medicina de la Universidad de California han llevado a cabo un experimento para determinar la forma en la que se calientan los coches en los días más calurosos, al estar expuestos a diferentes escenarios de sombra y luz solar durante distintos periodos de tiempo.
Más de 70 grados en una hora
Para llevar a cabo el experimento, los investigadores utilizaron seis modelos diferentes de coche, que aparcaron en diferentes lugares en días en los que las temperaturas llegaban a los 40 grados. En los vehículos aparcados al sol, la temperatura del habitáculo interior alcanzó los 47 grados. Mayor aún era la del panel de control, que llegó a los 70 grados, mientras que el volante y los asientos se pusieron a 52 y 57 grados, respectivamente.
Por su parte, los resultados de los vehículos estacionados a la sombra fueron inferiores, pero igualmente a tener en cuenta. En el interior la temperatura era de 37 grados, en el panel de control de 48 grados, en el volante de 41 y en los asientos de 40.
Temperaturas mortales para los más pequeños
"Los resultados demuestran que incluso dejar aparcado un coche a la sombra puede ser letal para un niño pequeño", apunta Nancy Selover, una de las responsables del estudio. “Todos hemos regresado a nuestro coche en días calurosos y apenas hemos podido tocar el volante. Pero imagina lo que supondría estas temperaturas para un niño que se queda esperando dentro del coche a que sus padres vuelvan de comprar...”.