Llegar tarde al trabajo es algo que le ha pasado a todo el mundo. De hecho, según datos de una encuesta realizada por CareerBuilder uno de cada cuatro trabajadores admite retrasarse al menos una vez al mes, mientras que una de cada diez personas confiesa que llegar tarde al trabajo es algo que le sucede todas las semanas.

Por edades, el 38% de los trabajadores de entre 18 y 34 años llega tarde a su puesto de trabajo al menos una vez al mes, un porcentaje menor que el de las personas con edades comprendidas entre 35 y 44 años (36%) y de los mayores de 45 años (14%).

Excusas fuera de lo común

La alarma del despertador que no sonó cuando debía, el coche que no arrancó por un problema mecánico, el tren que se retrasó respecto a su horario habitual... Son algunas de las excusas que la gente suele poner al llegar (tarde) a la oficina. Pero más allá de las habituales, también hay excusas sorprendentes que se han llegado a utilizar. Otra cosa es que sus jefes hayan creído que son ciertas...

  • “Hace demasiado frío en la calle como para ir a trabajar“
  • “Tenía náuseas matutinas” (El que lo dijo era un hombre)
  • “Mi café estaba demasiado caliente y no podía irme hasta que se enfriara”
  • “Un astrólogo me advirtió sobre un accidente de tráfico en la autovía así que vine por carreteras secundarias. Por eso he llegado una hora tarde”
  • "Mi perro se ha comido mi horario y no sabía cuándo tenía que venir"
  • "Estaba en la puerta esperando dentro del coche, pero me quedé dormido en el aparcamiento"
  • "Mis pestañas postizas se quedaron pegadas y no podía abrir el ojo"
  • "Aunque han pasado cinco años desde que me cambié de trabajo, se me olvidó por un momento y en lugar de venir aquí me fui a mi antigua oficina"

¿Por qué la gente llega tarde a trabajar?

En general, las razones más comunes que explican no estar en el puesto de trabajo a la hora correcta son: atascos (51%), haberse quedado dormido (31%), inclemencias meteorológicas (28%), estar demasiado cansado para salir de la cama (23%) y olvidarse algo en casa (13%).

Y cuidado con ser uno de los tardones que siempre incumple su horario. Según el informe, la mayoría de los jefes (60%) espera que sus empleados lleguen a tiempo cada día, mientras que casi la mitad (43%) confiesa haber despedido a alguien por su impuntualidad.