Muchas son las teorías que han circulado a lo largo de los años sobre el Stonehenge y su misteriosa formación. Este monumento natural, de origen megalítico, fue proclamado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en el año 1986 y actualmente es uno de los puntos turísticos más visitados de Reino Unido. Pero la gran pregunta de todo el mundo sigue estando presente. ¿Cómo llegaron las piedras ahí?

El científico gales Brian John dice haber encontrado la solución a tal enigma y asegura que las rocas fueron movidas de forma natural por un glaciar hace más de 500.000 años. Según retrata el Galés en su libro 'Las piedras azules de Stonehenge', el resto de teorías que se atreven a confirmar que fueron los humanos los que trasladaron las rocas son, “fruto de la mitología”, y aclara "esto ha sido impulsado en parte por la constante demanda de los medios de comunicación, que piden nuevas y espectaculares historias sobre el monumento".

La vinculación del Stonehenge con las estaciones

Las primeras comunidades agrícolas debían sus cosechas al ciclo de las estaciones. Así, de la misma manera en que la primavera y el verano aportaban periodos de abundancia de alimento, el otoño y el invierno eran épocas de carencia. En este contexto, son muchos los que creen que la misteriosa colocación del eje del Stonehenge, perfectamente alineado con el sol naciente en el solsticio de verano y con la puesta de sol en el solsticio de invierno, no es una mera casualidad.

Es por este motivo que aquellas teorías que se basan en la intervención humana durante el proceso de construcción del monumento presentan una fuerte carga espiritual y mitológica que entran en un debate inacabable con aquellas que como las de John, defienden una procedencia natural.