Los bajau son un pueblo nativo de Filipinas, Malasia y Borneo, famoso por tener entre sus habitantes a los mejores submarinistas de todo el continente. Una habilidad que les ha valido el apodo de 'nómadas del mar'. Sin embargo, esta capacidad para pasar hasta ocho horas diarias buceando no es consecuencia de un exhaustivo entrenamiento, sino de una curiosa mutación genética. Así lo ha descubierto un grupo de científicos de las universidades de Berkeley y Copenhage.
Así son los nómadas del mar
Según esta investigación conjunta, los bajau son capaces de aguantar sin respirar hasta 13 minutos y se calcula que, en total, pasan de media cinco horas diarias bajo el agua, sin ningún tipo de suministro adicional de oxígeno. ¿Cómo es esto posible? Al parecer, algunos de los nativos poseen una mutación genética que les proporciona un bazo más grande de lo habitual.
Pescador bajau bajo el agua / YOUTUBE
Este órgano, que desempeña diversas funciones relacionadas con la sangre y el sistema inmunológico, tiene también un estrecho vínculo con la función respiratoria de nuestro organismo. Cuando un individuo aguanta la respiración, su cuerpo experimenta una serie de cambios fisiológicos. En primer lugar, el ritmo cardíaco se ralentiza, los vasos sanguíneos de las extremidades se contraen y el bazo reduce su tamaño. Acto seguido, este libera glóbulos rojos cargados de oxígeno en la sangre. De esta forma, su resistencia bajo el agua es mucho más duradera.
Ejemplo claro de selección natural
Tal y como han explicado los responsables de la investigación, no se trata de un fenómeno relacionado con el estilo de vida de la población, sino un ejemplo claro de la selección natural en humanos modernos. Estamos ante "un nuevo ejemplo de la lista de adaptaciones genéticas fascinantes que los humanos han experimentado en la historia evolutiva reciente”, aseguran los autores del estudio.
Pescador bajau con su presa / SEMPORNA
Estos esperan que el hallazgo sirva para el desarrollo de nuevos tratamientos destinados a solventar trastornos respiratorios frecuentes. No parece un propósito imposible, ya que los bajau no son un caso aislado. El año pasado, investigadores de la Universidad de Texas descubrieron una mutación similar entre personas del Tibet. Su hogar se encuentra sobre la meseta tibetana, en una elevación de hasta 4.500 metros.