Los espías humanos como tal podrían desaparecer y quedar en el pasado y ser reemplazados por ordenadores e inteligencias artificiales. Así lo contempla ya la CIA, la agencia de inteligencia de Estados Unidos. La subdirectora de desarrollo tecnológico de esta institución, Dawn Meyerriecks, explicaba en una conferencia en Florida que el espionaje tiene que comenzar a adaptarse al nuevo escenario en el que el mayor rival es una máquina y no personas.
Los agentes tradicionalmente han tenido que lidiar haciendo uso del disfraz, el sigilo, el engaño y el subterfugio para recabar información. La tecnología de hoy día permite que estas personas puedan ser reconocidas por cámaras de seguridad que analizan rápidamente su identidad. Todo esto ha provocado que la CIA comience a pensar en vías alternativas para realizar su trabajo.
Los ordenadores, la solución
Según explicaba la subdirectora de la CIA, al menos 30 países tienen la capacidad de hacer uso de los sistemas de cámaras de seguridad para reconocer a los agentes entre multitudes. La propia agencia reconoce que la investigación y el desarrollo de la inteligencia artificial sería el futuro de este sector, aunque muchas personas puedan llegar a pensar que esto sería algo digno de la ciencia ficción.
En el año 1984, una serie de documentos de la CIA ya señalaban que estaban comenzando a trabajar en desarrollar tecnologías que abarcaban sistemas de procesamiento de lenguaje natural, interfaces con bases de datos inteligentes, dispositivos con comprensión de imágenes, interpretación de señales y gestión de datos geográficos y espaciales.
Sin riesgo de ser descubiertos
Los boletines de la agencia señalaban la necesidad de entrenar a más agentes, así como apoyar a los desarrolladores de inteligencias artificiales.
Con el desarrollo de estas tecnologías, los ordenadores podrían ser capaces de recabar información de manera más efectiva que los espías humanos y sin el riesgo de ser descubiertos.