Los robots son cosa del presente y futuro. Nos ayudan en muchas tareas: cocina, construcción, medicina, y ahora también han llegado a la política. Un robot se ha presentado a las elecciones de Tama City, un distrito de Tokio, Japón, de 150.000 habitantes.
El robot quiere ser el alcalde de la localidad para acabar de una vez por todas con la corrupción. Como si de una persona humana se tratara, la candidatura ha contado con carteles publicitarios y meetings. Los impulsores de esta iniciativa política han sido Tetsuzo Matsuda (quien ya participó en las elecciones de 2014) y Norio Murakami, vicepresidente del proveedor de servicios móviles Softbank y ex empleado de Google Japón, respectivamente. Ambos han apodado al robot Michihito Matsuda y pretender hacer justicia en un barrio conocido por su corrupción institucional.
Cambio de vida
Ambos impulsores aseguran que la robótica cambiará la vida cotidiana de las personas y que las máquinas pueden desarrollar políticas más justas: "Podremos desarrollar políticas imparciales y equilibradas. Implementaremos medidas rápidamente, acumulando información".
Las elecciones se celebraron este domingo y pese a que el candidato ganador fue un humano, Hiroyuki Abe, el robot consiguió ser la tercera candidatura más votada con 4.013 personas que apostaron por el robot como el candidato ideal. Parece ser que la sociedad no está preparada todavía, pero su tercera posición abre nuevas vías al futuro de la política.