Hacer deporte en un ambiente agradable y motivador puede ser difícil si se desconoce a dónde ir. La naturaleza siempre ofrece una buena experiencia y está al abasto de todo el mundo. Aun así, desconocer las mejores rutas y las más seguras son uno de los principales problemas de muchos excursionistas. En los últimos años, el senderismo se ha puesto muy de moda. No es una actividad que requiera un gran esfuerzo físico a nivel de pulsaciones, así que se adapta a todas las edades. Caminar ejercita el cuerpo y la mente.
En Cataluña hay infinidad de caminos escondidos entre bosques y montañas adaptadas para el senderismo. Este es el Top 10 de senderos y picos en Cataluña.
1. Salts i Gorgs del Torrent del Puig-Mina dels Bandolers-Grau d'Olot
Esta es un ruta circular que pasa por la casa del Molí Vell d’Hostalets de Bas donde se inicia el camino y se puede aparcar el coche. La mayoría del camino es subida mientras pasamos por los saltos de l’Ansat, el de los Cristianos y el de l’Olla agua. Al llegar a la fuente, el camino sigue subiendo para llegar a la zona del Grau d'Olot donde hay grandes curvas, conocidas como las Marrades. Al final del camino, se puede revivir la historia de 1700. La Mina dels Bandolers es muy conocida en la zona y era usada como escondite para los bandoleros que atracaban a los que pasaban por esa apartada ruta.
El camino tiene un total de 8,8 kilómetros y se considera de nivel moderado-fácil con intervalos.
2. Montañas de Prades, Avencs y Avencots de La Febró
Es una ruta muy conocida y de gran belleza natural. Es ideal para ir con la familia, especialmente niños, ya que la dificultad es moderada y tiene muy poco desnivel. Los excursionistas que conocen la zona, recomiendan llevar ropa de recambio, ya que la zona suele estar enfangada habitualmente y la temperatura suele ser más baja que en localidades próximas. El coche se puede cerca del Pla de Agustenc donde inician varios senderos.
El camino a seguir está pintado en blanco y piedras por todo el camino marcan la ruta establecida. Durante el recorrido se llega a descender unos 30 metros por las grietas, algo muy poco habitual en la mayoría de senderos catalanes. Para continuar el camino se debe atravesar la cueva que a su salida lleva a la segunda parte de la excursión, a Prades, donde se inicia el ascenso al Tossal de la Baltasana. El recorrido tiene un total de siete kilómetros y puede realizarse en 2 horas y media.
3. Vallter - Pic de la Dona - Pic de Prat de Bacivers
El inicio de esta ruta comienza en el parking de la estación de esquí de Vallter 2000. Es un camino circular y el recorrido sigue el Torrent que baja de la Portell de Mentet. El camino es fácil y es uno de los más señalados durante todo el trayecto, por lo que perderse resulta difícil. El camino ascendente tiene grandes ziga-zagas y a medio camino se puede disfrutar de las increíbles vistas que nos da el Gra de Fajol Petit, y el Gra de Fajol. El ascenso no tiene gran dificultad y se considera de nivel fácil.
La excursión finaliza a unos 2.900 metros en la cima de Bastiments. Una vez allí, la bajada es directa por el Coll de la Marrana y finaliza donde nace el río Ter, de nuevo en la estación de esquí.
Una foto de archivo del Pic de la Dona
4. Montagut i Puig Formigosa pel Grau del Pi de les Quatre Soques
Esta ruta es más completa que otros senderos. El coche se estaciona en el parking de la iglésia de Coll de Montagut. El camino no tiene un gran desnivel, aunque en algunas zonas puede ser necesario usar las manos para descender. El recorrido tiene un total de 15 kilómetros y se realiza en una media de tres horas y media. Una vez iniciamos el camino, se puede disfrutar de unas maravillosas vistas en el Pico de Montagut.
Hay dos opciones de recorrido, así que si se prefiere una más fácil es mejor escoger la que lleva al estanque de Formigosa. Durante todo el camino se puede observar una flora muy peculiar de la zona, y como elemento más famoso se encuentra un roble de cientos de años de antigüedad. En algunos puntos el camino puede estrecharse de forma muy precipitada, pero solo hay que seguir las indicaciones en las rocas y prestar más atención que en los senderos más anchos.
5. El Pedraforca
Es una de las montañas más conocidas en Cataluña. También es una ascensión circular y su naturaleza cautiva a todos los aventureros que visitan la zona. Existe la posibilidad de llegar a la cima, aunque se puede caminar por diferentes senderos alrededor de la montaña. El camino empieza desde el mismo parking, donde se insinúa un espeso bosque de finos y altos árboles. La dificultad es media, especialmente en el descenso, aunque los no experimentados pueden realizarlo sin problema. La cima ofrece una vista 360 grados de la montaña y del prepirineo catalán como la sierra del Cadí, la sierra del Verd o la sierra de Ensija.
El encanto de esta montaña lo brinda la peculiar forma de su cima, conocida popularmente como els pollegons. También existe la posibilidad de bajar la montaña por la tartera. El camino es mucho más divertido y aventurero, pero se requiere experiencia y precaución ya que el desnivel es muy pronunciado.
Una foto de archivo del pico del Pedraforca
6. Las siete cascadas de Campdevanol
En la localidad de Ripoll se encuentran las siete cascadas de San Cristóbal de Campdevanol. La ruta se ha hecho cada vez más conocida entre los usuarios y pese a que suele tener una gran afluencia de visitantes, todavía se puede disfrutar de un día de senderismo y naturaleza al borde de los lagos que forman las cascadas.
Es una de las grandes maravillas naturales que son totalmente accesibles. Se conforma por siete cascadas a las que solo se puede acceder a pie tras dejar el coche aparcado en un parking. El itinerario es circular y transcurre por un camino paralelo al Torrent de l'Estiulà que se extiende durante diez kilómetros con siete piscinas naturales.
La dificultad es fácil, ya que ni hay un gran desnivel entre cascadas y se puede gozar de un buen baño en todas ellas.
7. Parque Natural Aigüestortes
El Parque Nacional de Aigüestortes y Estany de Sant Maurici es uno de los 14 parques nacionales en España y el único en Cataluña. Se encuentra en el corazón de los Pirineos y representa todos los ecosistemas de la montaña catalana. Algunas cimas superan los 3.000 metros y varia entre ríos, barrancos, cascadas y ciénagas. Está abierto todo el año y ofrece decena de rutas distintas para llegar a distintos picos o senderos, según requieran los excursionistas.
Además, incluye servicio de guías, excursiones con raquetas en temporada invernal y actividades deportivas, aunque si se quiere hacer senderismo, con unas buenas botas y comida se puede pasar una jornada inolvidable.
8. Turó de l'Home
Es una de las montañas más conocidas de Cataluña y se encuentra a pocos kilómetros de Barcelona. La montaña más alta no supera los 1.800 metros por lo que es apta para todo tipo de excursionistas. El recorrido, si se hace todo a pie, es de siete kilómetros y una duración de dos horas y media en total. El contraste es inmenso en los meses de verano y los de invierno, donde la humedad ocupa gran parte del bosque para dejar paso a la nieve en los meses de frío.
En la cima hay un observatorio meteorológico en desuso, pero las vistas son espectaculares. Además, la dificultad es fácil y podemos encontrar algunos restaurantes alrededor por la zona. El recorrido más común se inicia en la fuente de Passavets y el itinerario está muy bien señalizado tanto para el ascenso como para el descenso. Es un recorrido ideal para acudir con niños a la naturaleza.
9. El Camino de los Monjes
Es una de las excursiones más interesantes y completas de la provincia de Barcelona. Transcurre por distintos municipios del Vallés y tiene un recorrido de 25 kilómetros. La mayoría de excursionistas inicia su andadura en el Monasterio de Sant Cugat y recorre las localidades de Matadepera, Terrassa y Sant Quirze. Una vez llegamos a la segunda localidad el camino intensifica su dificultad y desnivel, aunque no debe suponer problema para los menos experimentados.
Se recomienda llevar comida para la jornada y se puede parar a comer para disfrutar de las vistas. El monasterio de Sant Llorenç es el punto de llegada y donde, según cuenta la leyenda, un grupo de monjes salieron rumbo a mejores pastos y zonas de cultivo, encontrándolos en Sant Cugat. El recorrido que hicieron es lo que hoy se conoce como camino de los monjes. La duración total es de seis horas y 15 minutos y el desnivel es de 1.000 metros desde su inicio (100 metros) hasta su final (1.107 metros de altura). Durante dicho recorrido también se encuentra la montaña de La Mola, en Terrassa, donde también se puede iniciar el recorrido.
10. Matagalls
Una foto de archivo de la cima de Matagalls nevada
El Matagalls es otro de los picos del Montseny y suele ser un clásico entre los excursionistas. No tiene gran dificultad, pero sí es cierto que la parte con más desnivel se encuentra al inicio, algo que puede dificultar la excursión para los que esperen el esfuerzo hacia el final. La ruta empieza en La Taula dels tres bisbes, llamada así porque es el punto fronterizo entre los tres antiguos bisbados de Barcelona, Vic y Girona. La excursión se inicia en el Coll de Sant Marçal donde se puede dejar el coche y una vez llegados a la cima se puede disfrutar de una gran panorámica. Todo el camino está acompañado de naturaleza con densos bosques, aunque la buena señalizados hace casi imposible perderse.