Los hackers son conocidos por robar todo tipo de material tecnológico. Con el tiempo la profesión se ha extendido y los biohackers ya se han hecho camino en el mundo del hurto biológico.
Ben Greenfield originario de Florida, Estados Unidos, es uno de estos nuevos ladrones de células, en este caso propias, que se ha implantado células madre para tener un pene más grande. El experimentó se realizó en una clínica de biotecnología, donde le extrajeron las células madre de su grasa, y se las inyectaron en su miembro viril.
Estas prácticas no están exentas de riesgo, pero parece ser que a Greenfield le funcionó. En tan solo cinco días su pene había crecido y, según él mismo relata, había mejorado su función sexual, aunque no presentó ninguna prueba que lo confirmara.
Los médicos advierten de los peligros de estos tratamientos que aún se encuentran en sus primeras fases.