Un joven catalán de 19 años, cuya identidad y residencia no ha sido revelada, se ha tatuado el rostro de Carles Puigdemont en el culo. Tal y como publica El Periódico el joven se ha visto motivado por la fascinación que le generó el personaje del político catalán tras, a su entender, mofarse del Estado y de la policía con la organización del referéndum del 1-O y su posterior fuga a Bruselas, Bélgica.
El joven confiesta que no ser independentista y se define como "apolítico". Además. explica que todo viene de "una broma entre colegas. Lo hago porque me llama la atención su figura". El joven anónimo tilda a Puigdemont de "jujas", algo que él describe como "un tío que te hace la vaina y eso me hace gracia" y concluye: "Su actuación para mí le convierte en un héroe. O al menos en un referente".
Sorpresa del tatuador
El tatuador, Coreh López, muy reputado en el sector, no creyó, en un principio, la petición del joven, pero una vez lo realizó ha quedado muy satisfecho con el trabajo. Reconoce que nunca se había encontrado con una petición así, pero a su parecer "todo lo relacionado con el 'procés' han aflorado muchísimos sentimientos. Y este tatuaje no deja de ser el resultado de otro sentimiento, surge de la necesidad de introducir un poco de humor. Al final los tatuajes son un reflejo de nuestra historia, personal y colectiva, y Puigdemont está ya en el imaginario colectivo, por lo que no es tan raro que aparezcan tatuajes con su cara", concluye.
El joven destaca que no pretende faltar al respeto al expresidente, y le anima a que continue su camino y "p'alante con todo".